Hace algunos días leí un artículo del señor Roberto Brenes referente al señor Solís Palma, el más nefasto presidente de a dedo en tiempos de la dictadura y protegido actualmente por este gobierno, ya que le permiten devengar un sueldo como asesor del Ministerio de Educación, trasgrediendo la llamada Ley Faúndes por la cual un funcionario no puede continuar en su cargo después de los 75 años. Este señor Solís Palma hace tiempo que los pasó. Además este es otro nombramiento que representa una cachetada para más del 80% de los panameños que nos opusimos a la dictadura militar. Otro colaborador del general Noriega hoy asesor de este gobierno y beneficiándose de él. ¿Qué asesoría puede dar este señor a la educación panameña?
Cuando el presidente Martín Torrijos estaba todavía en campaña, cuando se le preguntó si él aboliría la comisión investigadora de los muertos y desaparecidos en tiempos de la dictadura, respondió que no, pues el también quería investigar la muerte de su padre. Una vez asumió la Presidencia nunca volvió a mencionar el asunto. ¡Cómo le hubiera sido de fácil investigar y encontrar la verdad desde su solio presidencial! ¿Qué le sucedió? ¿Tuvo alguna presión externa o temor de hacer esa investigación? Pero el presidente no solamente olvidó investigar la muerte de su padre sino que tan pronto asumió el poder comenzó a hacer nombramientos de personas que fueron incondicionales del general Noriega, entre ellos el jefe de los Batallones de la "dignidad", hoy ministro de Obras Públicas, ex miembros de las Fuerzas de Defensa en puestos claves del gobierno, un Humberto López Tirone que personalmente me amenazó desde su carro con un rifle en una protesta de la Cruzada Civilista, hoy goza de un puesto diplomático representando al Gobierno de Panamá, ¡qué vergüenza de representante! Pero lo que más indignó al pueblo civilista fue el nombramiento de las hijas del dictador Noriega en cargos diplomáticos y en la Cancillería. No puede uno dejar de pensar, como dice Brenes, ¿qué le debe el presidente a Noriega? Le habría dado ayuda monetaria a su campaña presidencial?
Y es que estos pensamientos se van haciendo más preocupantes con el nuevo Código Penal que está a punto de aprobar la Asamblea, el cual permitiría que Noriega no pagara con cárcel sus múltiples crímenes y delitos.
Cómo le hierve a uno la sangre en las venas cuando a una pregunta que alguien le hizo al canciller sobre cómo se le trataría a Noriega en prisión y él contestó que él gozaría de todos sus derechos humanos.¿Porqué mejor hubiera respondido que tendría el trato que se le da a los demás prisioneros?
Con qué desfachatez oímos a algunos amigos del general Noriega comentar que él quiere disfrutar con sus nietos en su "querida" Panamá. Pero ¿qué pasó con los hijos y los futuros nietos de Hugo Spadafora que nunca pudo disfrutarlos a consecuencia de haberle cercenado la vida a sus 45 años? ¿Qué pasó con todas las demás muertes ordenadas por él y que sus víctimas tampoco pudieron disfrutar de sus seres queridos? Y para esos "amigos" del general yo les diría que estaría más segura su vida tras los barrotes que andando por las calles de Panamá, pues la mafia de la droga no olvida ni perdona y él supuestamente tuvo muchas cosas que decir a las autoridades antidrogas para obtener algunos beneficios en su prisión. Yo espero en Dios que Francia, con verdaderos líderes políticos, pida su extradición y no lo tengamos que soportar aquí ni libre ni preso porque su sola presencia contamina el aire de Panamá.