En Panamá la comercialización, reproducción, almacenamiento, distribución, exportación, ensamblaje, fabricación, venta, alquiler, introducción, copia o modificación no autorizada de toda creación del ser humano, como los inventos, modelos de utilidad, marcas, obras literarias y artísticas, entre otras cosas, está penado por las leyes de este país.
Continuamente se realizan por parte de instituciones, como el Ministerio Público, campañas de sensibilización en la población para que conozca que este tipo de conducta es reprochable e ilegal y sancionada con pena de prisión de dos a cuatro años establecidas en el Código Penal.
En el Código Penal, en su artículo 262 y subsiguientes, se enmarcan las conductas en las que puede incurrir la persona que sin autorización del titular de los Derechos de Autor y Conexos realice la comercialización de obras sin que exista de forma escrita un Contrato por parte del titular para realizar dicha actividad.
Otra premisa que se encuentra en el Código Penal, referente a los delitos que atentan contra el Derecho de Autor está supeditada a quien comete la conducta punible lo haga “fuera de los límites permitidos por las normas de Derecho de Autor y Derechos Conexos”. Es decir, la ley sobre Derecho de Autor y Derechos Conexos pacta las excepciones por las que una persona puede realizar las reproducciones de obras protegidas por el derecho de autor sin requerir o necesitar la autorización escrita del autor, ni remunerarle por esa utilización. Tales circunstancias se encuentran en los artículos 66 al 74 de la Ley 64 del 10 de octubre de 2012, sobre Derecho de Autor y Derechos Conexos.
De acuerdo con las estadísticas del Ministerio Público, en 2019, en la plataforma del Sistema Penal Acusatorio se han reportado 566 denuncias oficiosas relacionadas con Delitos contra la propiedad intelectual a nivel nacional, recibidas por la Fiscalía de Propiedad Intelectual y Seguridad Informática. En estas diligencias, efectuadas en coordinación con la Dirección de Investigación Judicial, se han incautado un total de 2 mil 588 artículos falsificados. Entre los artículos falsificados se encuentran cargadores, cobertores, baterías, audífonos, gorras, sweaters, de marcas reconocidas; siendo los puntos de mayor ocurrencia los sectores de Calidonia y la Plaza 5 de Mayo.
La autora es estudiante de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas en la UAM
