El amor es algo pasado de moda; esta es la premisa planteada por algunos en nuestra época, cuya característica es el materialismo, tiempo aciago en que la globalización derriba fronteras y defenestra principios. Según el diccionario, el amor es afecto por el cual el ánimo busca el bien verdadero o imaginado y apetece gozarlo. Por otro lado, lo define como el sentimiento que atrae una persona hacia otra.
Existe el amor materno, el amor paterno, el amor fraterno, el amor a la patria, a Dios, el amor filial, el amor propio, el amor al arte, el amor pasional, el romántico. Dentro de este último podemos encontrar el amor platónico, el amor prohibido, el amor obsesivo.
Para Luis, galeno de profesión, el amor romántico es un padecimiento que se apodera de la mente y el cuerpo del enamorado, llevándolo al cielo o al infierno, según la respuesta del destinatario de ese sentimiento.
Puede pasar las noches en vela, obviar la alimentación, tener suspiros inexplicables, sonreírse en solitario, mariposeo en el estómago, deseo obsesivo de ver o escuchar al ser amado. Esto aunado a las taquicardias y a los deseos de experimentar caricias.
Según Ana María, sicóloga en ejercicio, el amor o enamoramiento es propio de las edades de pre-adolescencia y adolescencia, cuando todo se percibe de color de rosa. ¿Quién no recuerda su primer amor? Pero al mismo tiempo, el amor no conoce edad, raza, nacionalidad, religión o credo político. Trasciende fronteras y límites.
–¿Qué es para usted el amor?
Gente común responde que es algo inherente a todo ser humano y alcanza a los animales, porque también se ama a las mascotas.
Amado, dedicado a la vidareligiosa, piensa que el amor más grande es el que se puede sentir por la humanidad, como por ejemplo el demostrado por Jesucristo o la madre Teresa de Calcuta. Y agrega que el amor materno es algo muy arraigado, porque está por encima del bien y del mal: la madre ama a sus hijos, sean buenos o sean malos.
El amor ha acaparado la atención de escritores, poetas, cantautores, directores de teatro y cine. William Shakespeare dio vida a la historia de Romeo y Julieta, donde el odio entre familias mutila la relación entre dos jóvenes enamorados.
En la novela Anna Karenina, la protagonista abandona su bien habido matrimonio y se fuga con su amante, para luego ser abandonada por él y escaparse desesperada por la puerta del suicidio.
García Márquez, por su lado, nos presenta el Amor en los tiempos del cólera, donde Fermina Daza, viuda de su primer matrimonio, ya en edad madura, encuentra el amor de alguien que estuvo enamorado de ella toda la vida sin albergar esperanza de ser correspondido.
Javier, un estudioso de filosofía, nos dice que el amor es lo más ilógico que hay, pues amas a quien no te ama, y te ama alguien que no amas. El amor no conoce de razonamientos, al igual que la fe y el arte: se siente y punto.
Y nos dice un Ricardo, un franco entrevistado:
–¿Quién no se ha pegado una borrachera por penas de amor?
Y Lucía nos comenta:
–Muchos buscan un hechizo para solucionar sus problemas de amor.
Pero ciertamente existe el amor tranquilo y reposado de los esposos, luego de años de vida en común, el amor imposible, como el que siente un hombre por la esposa de su mejor amigo. No es descabellado amar a dos personas a la vez, como sucedió con Guenevere, quien amó por igual al rey Arturo y a Lancelot.
Hay quien le ha dado por llamar a la relación íntima, hacer el amor. Pero también existen los que hacen el amor por amor al arte y esto, en la mayoría de los casos, no tiene nada que ver con el noble sentimiento.
El amor ha despertado en los seres humanos las mejores y las peores reacciones: ha enaltecido y ha envilecido.
