Como un reto, nació la primera obra de Guillermo Ledezma Bradley: Memorias de una pulga III. Durante un almuerzo, unos amigos del autor le propusieron escribir una novela erótica, y él aceptó. Luego esos mismos amigos, a quienes él llama “cómplices”, lo motivaron a publicar la obra. La novela fue terminada en 2004, relata Ledezma Bradley, pero no la publicó porque no quería que lo juzgaran, pues no se considera un escritor erótico.
El cambio de parecer vino cuando le dio por leer el escrito al periodista Rubén Darío Murgas Torraza, quien le dijo que “todo lo que incite a la imaginación y lo mantenga a uno pegado al texto, es literatura”. Esa le pareció una definición bonita y una buena razón para divulgar su libro.
Memorias de una pulga III es una obra inspirada en los primeros dos libros que llevan ese nombre y que fueron escritos de forma anónima en el siglo XVIII. De ellos, Ledezma Bradley tomó algunos personajes.
En 22 capítulos y 350 páginas, una pulga narra las vivencias de Marisia, una joven de 16 años, y Mbot Tsutsunde.
A pesar de que la libido es el motor de la historia, el escritor aprovecha su narración para incluir datos acerca de la filosofía y los descubrimientos del llamado “siglo de las luces”.
El lanzamiento de la obra será a modo de happening, y se realizará el 27 de agosto en los salones Trenzado y Lagunilla de Atlapa en la VI Feria del Libro. La presentación estará a cargo del psicólogo Humberto González.

