Luego del paso de los miembros del Club Activo 20-30 organización que fue designada como abanderada del 3 de noviembre, los diferentes estamentos de la Guardia Nacional desfilaron frente al balcón presidencial desde donde observaba atentamente e intercambiando sonrisas y saludos, la presidenta de la República, Mireya Moscoso.
Desde allí también, la presidenta Moscoso pudo disfrutar una especial exhibición de los pilotos del Servicio Aéreo Nacional que hicieron gala de pericia y osadía.
La primera institución del Estado que desfiló frente al Palacio de las Garzas fue el Ministerio de Educación, cuya titular, Doris Rosas de Mata, estuvo muy activa en el balcón presidencial desde donde impartía instrucciones a sus funcionarios para que el desfile no se demorara.
Las delegaciones de los ministerios y demás instituciones del Estado fueron pequeñas, permitiendo así la fluidez del desfile; y algunas, como la del Ministerio de Desarrollo Agropecuario, fueron especialmente alegres al poner a todos a cantar al ritmo de Viva Panamá.
El Instituto Nacional abrió el desfile de las escuelas y, como siempre, después del paso de las batuteras y la banda de música, hizo su aparición su Asociación Federada (AFIN). El brazo institutor del Frente Estudiantil Revolucionario (FER-29) cumplió una vez más con el expediente de siempre: darle la espalda a la presidenta Moscoso y gritar sus conocidas consignas. El pueblo lo dice y tiene la razón, el gobierno es corrupto y también la oposición o un institutor unido jamás será vencido, fueron algunas de las más repetidas.
Frente a lo que es ya una rutina sin mayores consecuencias, la presidenta Moscoso y los ministros que estaban en ese momento a su lado mantuvieron una actitud que parecía de comprensión e indulgencia.
Luego, una a una fueron desfilando las delegaciones de las escuelas a las que les tocó la ruta de Catedral, cuya variedad de presentaciones incluyó la tradicional rigidez y seriedad del colegio La Salle o la relajada alegría de la banda del colegio Isabel Herrera Obaldía, entre otros.
El calor apretaba a medida que avanzaba el día pero, al parecer, los diseñadores de los uniformes de las bandas no tienen en cuenta los 30 grados centígrados con 90% de humedad que son característicos de estos días.
Por ello llamó la atención la delegación de la Autoridad del Canal de Panamá que, tal vez como consecuencia del pragmatismo heredado de los años de dirigencia estadounidense, marchó con frescas camisillas, para envidia de los trajeados caballeros que veían el desfile desde el balcón presidencial.

