La semana pasada, escuchando a mis estudiantes debatir sobre el tema de las sectas, me generó ansiedad y preocupación el que ellos y ellas no tuviesen claro la diferencia que existe entre iglesia y secta. El desconocimiento sobre el funcionamiento de las sectas es uno de los principales factores de la mayor incidencia de estos grupos, sobre todo en los jóvenes.
Una secta es un grupo que se separa de la iglesia por desacuerdos en su práctica o en algunos de sus dogmas. Las iglesias tienen otras características particulares que las diferencian de las sectas y estas son:
1. La existencia de una libertad personal para adherirse y para abandonar la comunidad.
2. La libertad que el sujeto tiene de interactuar con personas fuera de su comunidad, sin sentirse incómodo y sin que se den represiones contra él o ella.
3. La tolerancia y respeto hacia otras cosmovisiones y otros grupos sociales.
4. Poder mantener un pensamiento racional y crítico en todo momento, sin sentirse manipulado para pensar de una u otra manera, o recibir sanciones por ello.
5. Tampoco tienen que venerar como una deidad a su líder, que sea este pastor o cura, ni llamarlo profeta, mesías o apóstol.
6. Y, en general, no debe existir ningún tipo de coacción (violencia física) para asistir o mantenerse dentro de la comunidad.
Creo sinceramente que toda iglesia que no respete estos lineamientos, debe revisar su funcionamiento, porque más que iglesia están funcionando como secta, y está dejando entrar el fanatismo religioso.
Tengamos presente todos los casos de sectas peligrosas y destructivas que han cometido crimenes inimaginables como:
•La Familia Manson en Estados Unidos (San Francisco) en los años 1960, liderada por Charles Manson, cuyos miembros asesinaron a 7 personas, incluyendo a la actriz Sharon Tate, encinta de 8 meses.
•La secta protestante Colonia Dignidad, en Chile, que funcionaba como un centro de tortura para los opositores a la dictadura de Augusto Pinochet, en donde se daban abusos sexuales infantiles, orquestados todos por su líder Paul Schäfer.
• La secta mormona denominada Iglesia del Cordero de Dios, cuyo líder Ervil LeBaron ordenó el asesinato de 25 de sus rivales en los años 1970.
•La secta cristiana auto denominada El Templo de los Pueblos, radicada en Guyana, dirigida por Jim Jones, quien en 1978 ordena a sus miembros ejecutar un suicidio masivo, que tendrá como resultado el fallecimiento de mas de 900 miembros.
•La secta sincrética El Templo del Amor (entre cristianismo, judaismo e islam), radicada en Oklahoma, Estados Unidos, liderada por Yahweh ben Yahweh (Hulon Mitchell), el Mesias, líder de la Nación de Yahvé, quien fue acusado en los años 1980 de casi dos docenas de asesinatos.
•La secta mormona en Ohio, Estados Unidos, dirigida por Jeffrey Lundgren, “el Profeta de Dios”, que asesinó a 5 miembros de una familia por “desleales”; luego Lundgren fue ejecutado en 2006.
•La secta sincrética de Matamoros, dirigida por Adolfo Constanzo, secuestra y asesina a unas 13 personas para usarlas en sacrificios humanos; al fin será detenido en 1989.
•La secta cristiana adventista de los Davidianos, llamada la Vara del Pastor, en Waco, Texas, Estados Unidos, liderada por David Koresh, incendia la iglesia matando a 80 miembros en 1993.
•La secta del Orden del Templo Solar, localizada en Suiza, Canadá y Francia, ordena suicidios en masa de 74 miembros; serán detenidos en 1998.
•La secta japonesa Aum Shinrikyo o Verdad Suprema, liderizada por Shoko Asahara, perpetró un ataque en el Metro de Tokio con gas venenoso, asesinando a 12 personas e hiriendo a mil en marzo de 1995; el líder y 12 de sus seguidores serán condenados a muerte en 2004.
•La secta Puerta del Cielo o Heaven’s Gate, ubicada en San Diego, California, Estados Unidos, liderada por Marshall Applewhite y Bonnie Nettles, convencieron en 1997 a 39 miembros de suicidarse con el fin de irse en una nave espacial.
•En marzo del 2000, una secta cristiana en Uganda, el Movimiento para la Restauración de los 10 Mandamientos de Dios, liderada por Joseph Kibweteere, organizó el suicidio de 800 de sus miembros, rociándose de gasolina y prendiéndose fuego.
•Recientemente en enero de 2020, la secta de inspiración cristiana La Nueva Luz de Dios, en el Terrón en Santa Catalina, comarca Ngäbe Buglé, Panamá, dirigida por el pastor Mario González Blanco, asesinaron y torturaron, quemándolas, a 7 personas (una mujer embarazada y 6 menores de edad), secuestró a 15 personas más, a las cuales les pegó con una Biblia y realizó un exorcismo con golpes y quemaduras, para sacar el demonio y que aceptaran sus creencias. Las sectas peligrosas se pueden convertir fácilmente en sectas criminales. Todos debemos estar vigilantes para que esto no vuelva a suceder.
La autora es psicóloga y profesora en Ciencias Políticas
