En América Latina, los países dónde es legal el aborto son Argentina, Colombia, Cuba, México, Uruguay, Guyana y Puerto Rico. Los que tienen un aborto terapéutico, esto en caso de que peligre la vida de la madre, luego de una violación o incesto o problemas de inviabilidad del feto, son Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay y Panamá. Algunos son más restrictivos, ya que se aplica solo si está en peligro la vida de la madre; estos son Belice y Costa Rica.
Sin embargo, hay países que cuentan con leyes totalitarias, injustas y discriminatorias, como Nicaragua, El Salvador, Repú́blica Dominicana y Honduras, que castigan hasta el aborto espontá́neo. Pues bien, el 8 de marzo de 2022, Guatemala se unió́ al grupo de paí́ses que están en plena involución, adoptando medidas a contracorriente de los avances mundiales, ya que sabemos que al prohibir el aborto, aumenta el aborto clandestino e inseguro, efectuado en condiciones insalubres, que hace que incremente la mortalidad materna.
Esta medida también es injusta, porque el aborto espontáneo es un aborto natural, que se da por defectos congénitos, trastornos genéticos, una infección, exposició́n a toxinas ambientales, problemas hormonales de la madre, etc., que los abortos espontáneos son muy frecuentes y que existen diferentes tipos de aborto que no son para nada responsabilidad de la madre, ni son hechos con intencionalidad. Entre estos tenemos:
1. Aborto diferido o retenido: es la retención de un feto muerto en el útero, que ocurre por lo general en el primer trimestre.
2. Aborto indirecto: es el aborto que se produce como efecto secundario de una intervención médica dirigida a salvar la vida de una mujer embarazada, por ejemplo en caso del tratamiento para el cáncer.
3. Aborto inevitable o inminente: cuando hay salida de líquido amniótico y se intensifica el sangrado al punto de poner en peligro la vida de la mujer, todo lo que indica que el feto va a perderse; ocurre durante las primeras 20 semanas de embarazo.
4. Aborto retenido o frustro: es cuando pese a haberse producido la muerte del feto, no hay eliminación de ninguno de sus tejidos y se retiene por un tiempo prolongado dentro del cuerpo de la madre y dado que la totalidad del embrión ha quedado dentro, es imprescindible proceder a un aborto, pues de no expulsarlo la vida de la madre corre peligro.
5. Aborto por rechazo inmunológico: se da por un error del propio sistema inmune, en donde el sistema inmune ataca al embrión como si de un cuerpo extraño o una infección se tratara. Esto provoca la muerte del feto a manos del sistema inmunitario de la propia madre.
Prohibir el aborto y establecer sanciones severas es injusto, porque las mujeres tendrán miedo de recurrir a los hospitales, lo que incrementará la mortalidad materna. Además, es una postura totalitaria, porque tiene como objetivo controlar la vida privada e íntima de la mujer, controlando su cuerpo y su sexualidad, cosa que ningún gobierno debería hacer. Existen diversas cosmovisiones y algunas consideran que el inicio de la vida de un ser humano o de una persona se da con el nacimiento y no antes, como en la religión judía. Además, se irrespeta la separación de las iglesias y el Estado y se quiere imponer una cosmovisión religiosa a toda la nación.
La prohibición y sanción también es injusta, porque incrementa las disparidades económicas y sociales, ya que las que estarán en esta situación serán las mujeres pobres, indígenas, afrodescendientes, migrantes, refugiadas, etc., pues las mujeres con un poder adquisitivo alto podrán viajar y pagar una intervención en otro país.
Una democracia que limita los derechos de las mujeres, niñas y adolescentes, que las acorrala a la pobreza, a la exclusión, al sufrimiento y a la frustración, es una democracia injusta, que mantiene un caldo de cultivo para una explosión social, que tarde o temprano se dará.
La autora es integrante de la red de derechos humanos y la red de organizaciones feministas


