Hoy recordamos con nostalgia los momentos vividos en familia. ¡Oh!, solo es una pausa larga, pero sin embargo cuesta adoptarla.
Los dulces, los cafés, las risas, los abrazos, los helados, el “salud”, ya no se hacen en modo compartido, ahora es modo “tú mismo”.
Lo que ayer no era tan importante, hoy se extraña: detalles como sentir el viento en la playa, oler una rosa, apreciar el atardecer, el visitar, el compartir; estamos reflexionando lo que realmente es vivir.
Los humanos estamos en un lugar llamado hogar, el cual le trae al alma bienestar y, aunque encerrados estamos, logremos aprovechar al máximo el tiempo que no regresará.
Los animales libres están, admirando hoy su hábitat, sabiendo que la mano del humano no está cerca para hacerle daño.
No volveremos a ser iguales, estamos haciendo un reinicio mental y espiritual; no nos dejemos vencer, mantengamos la fe en que está tempestad viral solo será un recuerdo más, que aunque lágrimas nos ha hecho brotar, nos está haciendo más fuertes para continuar disfrutando la vida, ¡que es única y especial!
¡Esta es nuestra oportunidad de aprovechar nuestro potencial ! Cree en ti, no te limites ante la adversidad; saca el héroe en ti.
¡El amor, la fe y la esperanza serán las armas ante el enemigo invisible y, con la confianza en Dios, volveremos a sonreír juntos, abrazando a quien lo necesite!
La autora es ciudadana
