Nos cuenta una leyenda griega que los habitantes de Frigia ( región de Anatolia en la actual Turquía) necesitaban elegir a un rey de manera urgente, por lo que consultaron al oráculo, el cual les respondió que el nuevo soberano sería quien “entrase por la puerta del Este” acompañado de un cuervo posado sobre su carro. El que cumplió con estas condiciones fue Gordias, un campesino pobre, quien al ser elegido como monarca fundó la ciudad de Gordio y como una forma de agradecimiento ofreció al templo de Zeus su carro atando la lanza y el yugo con un nudo tan complicado que nadie podía desatarlo.
En la actualidad la expresión “nudo gordiano” hace referencia a algún tipo de dificultad que no se puede resolver tan fácilmente y que requiere muchas veces de una solución salomónica. Y es casualmente la escogencia del próximo defensor del Pueblo un asunto muy parecido a este nudo que hasta el momento no ha tenido por donde desatarlo. La escogencia de dicho funcionario debió hacerse en el mes de enero puesto que ya había sido anunciado en los medios de comunicación y se encontraba en la agenda de asuntos por resolver en la Asamblea, sin embargo, la larga que se le ha dado a este asunto ha sido indudablemente beneficioso para la actual defensora encargada, quien, según sus propias palabras, ha sido amiga desde hace décadas del actual presidente del PRD, quien al parecer con su influencia la mantuvo hasta que cometió el grave exabrupto de sus declaraciones en una entrevista dominical.
La elección del próximo defensor del Pueblo debe hacerse con urgencia en esta semana luego de las declaraciones desafortunadas de la defensora adjunta, quien admitió tráfico de influencia en su gestión. Esta elección se torna más complicada debido a que a lo interno de la bancada del PRD existen dos corrientes distintas en cuanto a quienes deben ser los candidatos a ser elegidos. Por un lado, están los antiguos diputados perredistas liderados por el mismo funcionario de la Fedebeis, quien se vio salpicado por los escándalos de la compra de bates por más de 400 balboas a niños de la comarca Ngäbe Buglé que jamás los recibieron. Esta tendencia de diputados, al parecer, desea llevar una línea distinta a las bases que les apoyaron y también de las promesas de campaña de Laurentino Cortizo de cero corrupción. Este grupo de los “antiguos” denominados “los conspiradores”, quienes ganaron sus elecciones, muchos por estrecho margen, pretende imponer a un abogado allegado del diputado bocatoreño, quien además fuera cercano colaborador de Manuel Cohen, ex legislador de Cambio Democrático, que ha sido señalado de varios casos de presunta mala utilización de fondos públicos, para proyectos de interés social. Como se dice, Dios los cría y el diablo los une.
Es claro que en las pasadas elecciones la población escogió, en su mayoría, a nuevos diputados para que siguieran una línea distinta a lo actuado por personajes políticos ligados a actos de corrupción. No obstante, algunos de los que se reeligieron por residuo o cociente parecen tener una lectura personal totalmente alejada del sentir de la población que desea transparencia y no tráfico de influencias.
La otra corriente del PRD, integrada por nuevos diputados, tiene en su voto la oportunidad de oro de darle una nueva cara a la Asamblea, cuya imagen se ha visto muy maltrecha en los últimos años, precisamente por las malas acciones de políticos que se han visto envueltos en toda suerte de escándalos. La “nueva generación” de perredistas en la Asamblea, así como otros candidatos con independencia y perfiles de decencia, tiene la cuidadosa misión de postular a un candidato con verdadera trayectoria, aunque el mismo no sea del agrado de la “vieja corriente”, que al parecer está dispuesta a agitar todas las aguas para que sus decisiones prevalezcan por encima del querer popular.
Cometer un error en política es propio de este quehacer, pero cometer un error y seguir haciéndolo a sabiendas de lo que podría repercutir es una acción de lesa “estupidez”, que parece ser una constante en algunos mal llamados “padres de la patria”.
Si la propuesta de la “vieja corriente” conspiradora se logra imponer bajo la tutela del diputado bocatoreño, la suerte estaría echada para la propia sobrevivencia institucional en un futuro de este colectivo político, pues también se estaría abonando el terreno para la ingobernabilidad en las próximas decisiones administrativas por parte del Ejecutivo.
Está en las manos de los independientes y de la “nueva generación” apoyar una candidatura libre de componendas, y con verdadera trayectoria, para darle un nuevo aire a la Asamblea de diputados y recobrar un poco de la credibilidad perdida. Así como Alejandro Magno decidió con pragmatismo desatar el “nudo gordiano”, cortándolo con su espada, el problema de la escogencia del nuevo defensor debe estar al margen de las malas influencias, de quienes le han quitado la esencia limpia en el arte de hacer política.
