El tan esperado mes de la patria llegó y aunque la costumbre por las restricciones es renuente, es necesario aceptar el hecho de que no podremos festejar noviembre como se ha hecho tradicionalmente; no habrá antorchas, dianas, tonadas nacionalistas, ni desfiles. Pero el vestirnos de patria sigue vigente, por ello las instalaciones públicas y privadas son adornadas con el amado tricolor que inspiró con la albura de un anhelo a Manuel Encarnación Amador Terreros a idear y dibujar la primera bandera, la enseña ideal que marco el devenir de nuestro Panamá.
Los panameños e incluso extranjeros contagiados del fervor patriótico, también nos preparamos comprando diferentes artículos para celebrar. El artículo más vendido es sin duda la bandera, pues nos motiva poder ondearla en la mano, en el carro o en la casa; es muy fácil encontrarlas en cualquier almacén o con los buhoneros que se ubican en los semáforos o recorren las calles. Pero el 02 de noviembre de 1903 no fue nada fácil encontrar los lienzos con que se confeccionaron las primeras banderas con el objeto de ser usadas al concretar la gesta separatista del 03 de noviembre.
Doña María Ossa de Amador, esposa del primer presidente Manuel Amador Guerrero; al evidenciar la inminente separación que impulsaba y lideraba su esposo se dispuso a buscar los lienzos para confeccionar la idea de su hijastro, para ello tuvo que recorrer varias calles encontrando cada color en un almacén diferente, no había buhoneros que le facilitaran la búsqueda. Así, encontró en el Bazar Francés el lienzo blanco, en La Delia ubico el azul y en la Villa de París compró el rojo. Quien coció los lienzos fue su cuñada Angélica Bergamoto reconocida costurera, asistida por su hija María Emilia Ossa, con los lienzos comprados se confeccionaron 2 banderas grandes y una pequeña que resultó de los retazos. Cuanto costó en dinero estas 3 primeras banderas, no lo sabemos; quizás muy poco, quizás hasta pidió rebaja, lo que sí es seguro que hizo las compras con cautela para no levantar sospechas.
Es interesante conocer que, a un costo aproximado de 15 mil balboas, casi 76 años después fue izada la primera bandera panameña en el cerro Ancón, hecho que se dio el 01 de octubre de 1979, como conquista de los Tratados Torrijos – Carter; y en la actualidad mantener nuestra bandera ondeante en este lugar tiene un costo aproximado de 45 mil balboas al año (A. Nieto, Ministerio de Economía y Finanzas, 2018)
Las banderas que compramos para adornar y celebrar son relativamente baratas, sin duda lo pagamos contentos. Pero otros panameños que lucharon, por ejemplo, en la Guerra de los Mil Días, por la libertad e independencia, tanto del lado conservador como de los liberales y de donde surgieron los colores azul y rojo respectivamente para la bandera; en la Guerra de Coto por la soberanía, o los mártires del 9 de enero por la integridad territorial, pagaron un alto costo por nuestra bandera: sus vidas.
Aquella primera bandera nacional se ondeó cabalgando por las pocas calles de la pequeña ciudad el 03 de noviembre de 1903 por el primer abanderado Don Alejandro de la Guardia cuya asta era una vara de bambú, hoy podemos reconocer que el valor de la bandera nacional para quienes gestaron y aportaron a la separación fue invaluable.
Y sigue siendo invaluable hoy, cuando cada ciudadano bajo la jurisdicción del Estado paga el precio de la bandera nacional con actos cívicos ejemplares, con respetar a los demás, con el cumplimiento de normas, con el cuidado del medio ambiente, con educar en casa a los hijos para que sean buenos ciudadanos, con respetar las reglas de convivencia pacífica, con honrar los símbolos de la nación porque son la identidad de nuestro gran pueblo. ¿Cuánto vale la bandera para usted? Celebremos con civismo nuestro bicentenario, viva Panamá, ¡que viva!
El autor es Oficial del Senafront, magister en gerencia estratégica, seguridad y derechos humanos
