El Ministerio de Salud informó el sábado 3 de julio que, a partir del martes 6 de julio, iniciaría la vacunación de los trabajadores de hoteles y restaurantes en la capital. Faltaron todos los colaboradores de Tocumen y demás aeropuertos, taxistas y guías de turismo, aerolíneas, etc.
Si no aprovechamos y explotamos el turismo ahora, perderemos, por segunda vez, una oportunidad de oro de promover el país a bajo costo publicitario, pero de alto impacto para nuestra economía de servicios.
Cuando el huracán Irma azotó las islas del Caribe en 2017, hecho muy triste y lamentable, pensé: ahora es el momento de explotar el turismo en nuestro país. Las islas tuvieron que suspender todas sus actividades turísticas y no entendí por qué nosotros no arrancamos una campaña para atraer a esos viajeros que no tenían lugar para vacacionar.
Muchos factores influyen, como, por ejemplo, la absurda costumbre que tenemos de cambiar la campaña publicitaria turística cada cinco años. La virtualidad llegó para quedarse, y vino junto a la lección que la difusión está más disponible hoy que nunca. Deberíamos ser más creativos y tomar cualquier campaña vieja que haya funcionado y empezar a pautar masivamente en medios digitales, los cuales tienen la ventaja de ser más económicos que los tradicionales.
Intentando ver lo poco positivo que trajo la pandemia de la Covid-19, me percaté de que estamos ante la segunda oportunidad de explotar el turismo a partir de agosto.
Propongo que vacunemos desde julio de este año masivamente a todo el personal de aeropuertos (Aduana, Migración, aerolíneas, taxis de turismo) y a todo el personal de hoteles y restaurantes, sin importar la edad, a lo largo del país. Si es cierto que nos llegarán un millón de dosis en julio, podemos cumplir las dos dosis de todo el grupo que mencioné sin afectar al resto de la población.
Simultánemente, lancemos por medios digitales una campaña incentivando a los turistas a venir, prometiéndoles que si están vacunados no deben traer pruebas ni someterse a una cuarentena.
Empezemos por eliminar las cuarentenas, toques de queda y restricciones en areas turísticas y a turistas y panameños vacunados. Con el presupuesto actual de publicidad podemos hacerlo.
Los beneficios son muchos: la reactivación de todos aquellos con contratos suspendidos en hoteles con cuartos vacíos, restaurantes con mucha deuda y pocos clientes, entre otros. Tengo la fe y la confianza de que este problema económico se puede voltear, y, con un poco de ayuda estatal y mucha iniciativa privada, podemos salir adelante. Solo necesitamos la buena voluntad de las partes, desburocratización y toma de decisiones informadas y en base a ciencia. Dejémosle al Minsa las vacunaciones, y empecemos a delegar dentro de sus facultades a otras autoridades.
Les pido a los ciudadanos que se hagan sentir fuera de las redes sociales. A la Autoridad de Turismo y el Ministerio de Comercio, que peleen por lo suyo. Entre todos, podemos.
El autor es empresario

