¿Ya ha caído bajo el embrujo de El clon? Llevamos casi dos meses de estar viendo esta telenovela brasileña que ha impactado a televidentes tanto en Brasil, Portugal y Estados Unidos.
Giselle González, jefa de Mercadeo de Medcom, informa que en Panamá El clon ha sido una novela que ha atraído tanto a hombres como a mujeres. Tengo la impresión de que a los hombres les atraen las mujeres bailando la danza del vientre y las escenas eróticas de los dos protagonistas; además del tema de la clonación, resumió.
No obstante, González aclara que hasta el momento El clon no ha sido tan popular como Betty la fea, pero en otros países donde se ha televisado, el rating ha ido subiendo. Mucha gente la ha empezado a ver porque le han contado que es buena o porque un conocido la había visto en Estados Unidos y la había recomendado, explicó.
Mireya Nicolau, de 39 años, confiesa que es una fanática. Apenas llego a la casa me pongo a ver la novela. Mi marido se enoja porque solo tengo ojos para El clon, reconoce.
Nicolau dice que le gusta porque tiene temas distintos a otras novelas, como son los temas de la clonación y la cultura musulmana.
La novela, de 190 capítulos, cuenta la conflictiva historia de amor de Jade, una chica musulmana criada en Brasil pero que vive en Marruecos, y Lucas, un turista brasileño de paso por este país africano. La historia se complica cuando Jade se casa con Saíd.
El tema de la clonación surge luego de que el hermano gemelo de Lucas, Diogo, muere en un accidente, y el geneticista Albieri, amigo de la familia, decide clonar a Lucas para reemplazar a Diogo.
Aunque no tenemos las cifras, sabemos que es la novela más cara que ha producido la cadena Red O Globo hasta la fecha. Fue grabada en el 2001 en Marruecos y en los estudios Projac en Brasil.
Por 40 días la producción se trasladó a Marruecos donde filmaron imágenes inéditas de paisajes, ruinas, desierto y cinco ciudades de este país africano, enfrentando temperaturas tan altas como 53° C (127° F). Además construyeron una ciudad marroquí en Brasil.
Estaba ya elaborándose la novela cuando ocurrieron los ataques del 11 de septiembre de 2001, pero a pesar de eso el director Jayme Monjardim y la libretista Gloria Pérez, no cambiaron el guión, según informó el Wall Street Journal en su edición del 8 de enero de 2002.
Según el diario La Opinión de Los Angeles, en una encuesta cientos de seguidores de la trama en EU, donde apenas se acabó hace un mes, la catalogaron como la telenovela más romántica del mundo.
El atractivo del culebrón no tiene que ver solamente con la novedosa temática y los escenarios musulmanes; definitivamente que los galanes brasileños Murilo Benício (Lucas/Diogo/Leandro[el clon]) y Dalton Vigh (Saíd) tienen mucho que ver y las televidentes panameñas tienen sus preferencias.
Yessenia De León dice que ve El clon por cuatro razones: uno, hacía rato que no daban una novela brasileña; dos, conoces un poco de la cultura musulmana; tres, conoces más sobre el tema de la clonación; cuatro, me gusta ver a Lucas.
¿Por que? Lucas es guapo, es sencillo, es sentimental y se ve como tierno. Me gustan los hombres de cabello negro (pero no todos), y lo vi superenamorado. Creo que [son hombres] que ya no existen, explicó.
Mireya Nicolau, Vielka Castillo y Flor Lizondro (quien sigue la novela por los resúmenes de los domingos) también prefieren a Lucas.
Pero Saíd tiene a sus seguidores también. Karla Jiménez, por su parte, prefiere a Saíd porque es un buen esposo, mientras que Lucas es un indeciso y cobarde.
Saíd tiene unos ojos más lindos, enamorados. Se ve divino, ojalá tenga un novio así, expresa Ileana Ellis*.
Manolo Velasco* dice que se identifica con el sufrimiento de un hombre que da amor sin esperar recibir, como Saíd.
El clon atrapa aún a la gente que no la vio desde el principio. Helena Mitchell*, que tiene tres días de estar viéndola, dice que le encanta ver los escenarios y conocer la cultura marroquí. Está muy bien adaptada. Me gustan más las partes de Marruecos. Es algo nuevo mostrar la idiosincracia y cultura de los musulmanes, las relaciones hombre-mujer. Es tener acceso a algo que no es común, o sea que disfrutas de algo más que el tradicional drama de una telenovela, explicó.
En tan corto tiempo de verla Mitchell ya es fan de Saíd. Tenía la impresión de que el hombre árabe era muy macho y aquí muestran a Saíd, un hombre musulmán con sentimientos, muy sensible y eso me provoca ternura. Mientras que Lucas es el típico hombre occidental. Yo me quedaría con Saíd, por lo que he visto de la novela, él trata a Jade con mucha delicadeza.