ACAPARAMIENTO DE PODER

El informe Bertelsmann: Carlos Guevara Mann

El índice de transformación de la Fundación Bertelsmann, radicada en Alemania, evalúa la manera en que se desenvuelve el cambio social hacia la democracia y la economía de mercado en 129 sociedades en vías de desarrollo y países en transición. El índice se actualiza cada dos años y viene acompañado por un informe bastante extenso de cada uno de los países evaluados.

Este estudio recibe atención por parte de analistas y funcionarios internacionales, inversionistas, académicos y miembros de las ONG. El informe sobre Panamá, emitido a inicios de 2014, tuvo alguna mención en los medios locales (La Prensa, 24 de enero).

A pesar de ciertas imprecisiones –como, por ejemplo, que la reforma electoral de 2012 introdujo una segunda vuelta electoral y que los servicios de seguridad están “firmemente” sometidos al control civil– el informe indica problemas fundamentales del sistema político panameño y sus consecuencias para el afianzamiento de la democracia y el logro del desarrollo sostenible.

Por ello, en las proximidades de las elecciones generales del 4 de mayo, vale la pena considerar un poco más cuidadosamente sus conclusiones.

Desde la invasión, según los autores, Panamá ha sentado las bases institucionales de una democracia liberal y el sector político ha aprendido a comportarse de manera más democrática y conciliadora. El estudio hace referencia al Barómetro de las Américas 2012 para destacar que existe entre los panameños la fuerte convicción de que la democracia es el mejor sistema de gobierno.

Esta convicción, sin embargo, coexiste con una cultura política profundamente clientelista. Los partidos políticos, incluyendo los más grandes, carecen de raíces ideológicas. Es, precisamente, el clientelismo político lo que explica el nivel relativamente alto de afiliación a los partidos.

Aunque el Barómetro de las Américas 2012 revela un rechazo a las medidas autoritarias, las apariencias democráticas del sistema político esconden “tendencias y enclaves autoritarios”. En particular, el gobierno actual “y especialmente el Presidente” manifiestan poco respeto por los principios democráticos.

De acuerdo con el informe, el funcionamiento de las instituciones democráticas ha sido “severamente” afectado por las “maquinaciones” del Presidente, dirigidas a ampliar su control sobre el sistema político. La creciente concentración de poder en manos del mandatario, junto con el “alarmante” aumento de la influencia de ciertos agentes económicos vinculados al Presidente, tienen potencial para socavar la gobernabilidad democrática.

Para los analistas de la Fundación Bertelsmann, el gobierno ha sido “el único actor político importante que sistemáticamente ha minado los pilares democráticos del Estado”. En particular, critican la práctica de alentar la migración de diputados opositores hacia las toldas del oficialismo.

El gobierno, según el estudio, “sedujo a miembros de la oposición con promesas de inversión pública en sus circuitos, cargos directivos en las comisiones de la Asamblea Nacional y nombramientos en el Gobierno si cambiaban de partido”.

Estas prácticas han convertido a la Asamblea “en una subsidiaria del Ejecutivo” (o, como dicen en Argentina –agrego yo– una “escribanía” de la casa presidencial). Además, la preponderancia del Gobierno en el sistema judicial ha robustecido al Ejecutivo frente a los otros poderes del Estado, cuya vigencia y relevancia han decaído.

El acaparamiento de poder que, según la Fundación Bertelsmann, caracteriza al actual gobierno, contribuye a alimentar la percepción de que la corrupción ha incrementado. De acuerdo con los autores, el Gobierno no ha conseguido adelantos en la lucha contra la corrupción.

Durante el quinquenio próximo a concluir, hasta la Autoridad del Canal (ACP) “se vio confrontada, por primera vez en 2011, con serias denuncias de corrupción relacionadas con el otorgamiento de contratos para la modernización de la vía acuática”. El estudio alude al Informe de Competitividad Global del Foro Económico Mundial, según el cual la corrupción es vista como el obstáculo más grande a la realización de negocios en el país.

La corrupción y la ineficiencia administrativa menoscaban la capacidad del Gobierno para aprovechar plenamente las conexiones internacionales de Panamá, previenen el adecuado funcionamiento del Gobierno e impiden que el país goce de respeto y credibilidad en la comunidad internacional.

Convendría confrontar a los candidatos a puestos de elección popular con el contenido de este informe y cuestionarlos al respecto de sus propuestas para solucionar los problemas comentados. El trabajo está disponible (en inglés) en http://www.bti-project.org/fileadmin/Inhalte/reports/2014/pdf/BTI%202014%20Panama.pdf.

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