La ivermectina es una droga (medicina) usada en humanos y animales. Fue aprobada por la FDA para el tratamiento de parásitos intestinal, larvas de moscas, piojos e infecciones en la piel, como garrapatas y sarna. Por todo lo anterior, es una droga muy conocida y ampliamente distribuida en el mundo. En Panamá, existe de libre venta a nivel privado y es parte de las drogas usadas a nivel público por décadas.
Muchas drogas de uso en humanos inicialmente fueron estudiadas in vitro (laboratorio) o en animales, para luego probar su utilidad en humanos. Esos estudios se hacen para probar su efectividad contra el germen o condición (enfermedad) específica, independiente de su uso o en otra patología. Para finales de marzo de 2020 (ya declarada la pandemia de la Covid-19), la doctora Wagsaff y colaboradores emiten una publicación donde, in vitro, logran evitar la replicación del virus SARS-CoV-2 hasta hacerlo desaparecer en 24-48 horas, usando dosis de ivermectina. Esta investigación abre la oportunidad de confirmar la posible utilidad contra la Covid-19 de una droga ampliamente conocida y usada en la población; muchas drogas con efecto positivo in vitro no prueban utilidad en humanos.
Desafortunadamente y al igual que ocurrió con la hidroxicloroquina, en muchos países del mundo, en especial no industrializados y de predominio en América Latina, se usó como profiláctico y para tratamiento de Covid-19, sin evidencia (pruebas) de su utilidad. Algunos estudios con series de casos o cohortes (no adecuado nivel de evidencia) mostraron resultados considerados positivos. Un estudio controlado aleatorio y junto a otra droga (doxiciclina) realizado en Iraq y publicado como preprint (no evaluado por pares), con pocos pacientes y deficiencias metodológicas, demuestra disminución de la mortalidad con ambas drogas. Además, existen otros dos estudios aleatorios publicados en la web pero no como preprint y obvio aún no aceptados por revistas de impacto.
Esos reportes muestran enormes deficiencias metodológicas, lo que explica la posible no aceptación como preprint o por alguna revista. Interesante: en un año de pandemia no existen estudios aleatorios publicados en revistas y, por supuesto, no puede existir revisión sistemática sobre la utilidad de esta droga en la Covid-19.
Desafortunadamente, autoridades en algunos países de América Latina, se incluye Panamá, desconociendo la evidencia científica y obviando las recomendaciones de las más serias y prestigiosas organizaciones científicas del mundo, autorizan su uso como profiláctico y como tratamiento temprano de la Covid-19. ¿Cuál es la base científica de su recomendación? Ninguna.
Sin duda, la ivermectina requiere estudios de adecuada calidad (controlados aleatorios) que prueben si existe algún beneficio como profiláctico o para tratamiento en pacientes con la Covid-19. Por lo tanto, se puede usar siempre y cuando forme parte de estudios aprobados por el comité nacional de biótica en investigación.
Es absurdo escuchar a autoridades decir que si la ivermectina no sirve para la Covid-19, sirve para tratar la parasitosis y otras enfermedades de la piel. El gasto generado en esa droga puede usarse en mascarillas y/o máscaras faciales que sí han probado disminuir la infección de SARS-CoV-2. Por otro lado, usar drogas autorizadas por las autoridades de salud genera una sensación de seguridad o inmunidad inexistente y, por supuesto, el efecto es contario al buscado. Además, se han reportado efectos secundarios como: visión borrosa, mareos, dolores articulares, conjuntivitis, diarrea, fatiga y otros.
La ivermectina no ha probado servir como profiláctico ni como tratamiento de la Covid-19 y aunque sea regalada, no la use contra la Covid-19.
El autor es médico e investigador clínico
