La profesión de la tecnología médica o laboratorista clínico en Panamá dio sus inicios oficialmente en 1965, en el Departamento de Tecnología Médica de la Facultad de Ciencias Naturales y Farmacia de la Universidad de Panamá, bajo la rectoría del doctor Bernardo Lombardo. Posteriormente, la Ley 74 del 19 de septiembre de 1978 reconoce y ampara a este profesional, que posee los conocimientos adecuados y aplica los principios de las ciencias biológicas, físicas y químicas para la promoción, protección y recuperación de la salud.
En sus inicios, la profesión se ejercía de manera rudimentaria. Su aplicación incluía el manejo de pruebas basadas en soluciones químicas, en la determinación de hormonas por isotopos radioactivos para identificar enfermedades crónicas como la diabetes o el cáncer, y la microbiología aplicada al diagnóstico de infecciones, como la tuberculosis, mediante el uso de medios de cultivo, ensayos de antibióticos y el uso de la identificación morfológica para ofrecer un diagnóstico y tratamiento adecuado.
El profesional de la tecnología médica tiene la responsabilidad de generar resultados de análisis precisos y confiables, con la mayor eficacia, cumpliendo con los protocolos de bioseguridad. Esto tiene una importancia crítica para apoyar el trabajo de los equipos médicos, tanto en el diagnóstico como en el monitoreo de los tratamientos. El tecnólogo médico, además, pone en práctica conocimientos en la docencia e investigación en instituciones públicas y privadas, en el mejor interés de la ciencia y la salud.
La labor del tecnólogo médico es la base de la práctica médica, pues proporciona hasta un 70% de decisiones clínicas de vital importancia, como el ingreso y el alta hospitalaria de los pacientes, y la obtención de tejidos, órganos y componentes sanguíneos para el trasplante y transfusión. Las metodologías que maneja el tecnólogo médico han evolucionado, como es el caso de la tecnología del ADN y proteómica en el diagnóstico de las enfermedades infecciosas y crónicas no transmisibles.
El 10 de febrero de cada año se celebra en Panamá el Día del Laboratorista Clínico. Esto permite reconocer su labor y compromiso con la salud, produciendo información crítica oportuna y de calidad para el diagnóstico y seguimiento de las enfermedades que van en constante evolución en estos tiempos, contribuyendo así a salvar muchas vidas.
El autor es tecnólogo médico, maestro en ciencias biomédicas e integrante de Ciencia en Panamá.

