La tierra es considerada por la economía clásica como uno de los principales factores productivos, que se complementa muy bien con otros factores como el trabajo y el capital, en este sentido la tierra constituye el recurso más importante aportado por la naturaleza, para la supervivencia humana.
Los agentes económicos como las familias, las empresas y el Estado utilizan la tierra para producir bienes que les permitirá satisfacer sus necesidades, tanto individuales como colectivas, ya que estas proveen la materia prima necesaria para lograrlo, pero se han preguntado ¿qué pasaría si este recurso se deteriora producto de las malas prácticas del hombre? ¿Cómo vamos a sobrevivir? ¿Acaso en una tierra de cemento?
Considerando que los recursos por lo general son limitados y nuestras necesidades son ilimitadas, sino buscamos las alternativas necesarias y los planes de contingencia adecuados para mitigar los problemas existentes que enfrenta nuestro recurso más valioso, el daño será enorme y lo lamentaremos demasiado.
Sembrar árboles, reciclar, cuidar el agua, no tirar basura, son acciones sencillas, que todos conocemos, si cada persona las practicara, estaría aportando su granito de arena a la naturaleza en general y, en consecuencia, esta no lo reclamaría por ello.
Panamá es una tierra muy productiva, rodeada de una naturaleza impresionante, su fauna y flora son envidiables, con personas dispuestas a trabajar e invertir en ella para producir otros bienes, pero es importante que le demos el valor que merece, cuidándola, protegiéndola y dándole ese respiro que necesita, seamos conscientes de que la tierra es aquel pulmón que necesitamos para sobrevivir.
La autora es economista y docente universitaria

