Por casualidad cayó en mis manos un artículo del Dr. Francisco Sánchez Cárdenas que, bajo el título "Todos somos lobos y ovejas", fue publicado el 5 de febrero de 2007 por el diario La Prensa, en el que lanza críticas desmedidas contra la personalidad del Presidente de la República (Martín Torrijos Espino).
No pretendo entrar en la defensa de la imagen del señor Presidente, porque estimo que los antecedentes y la actuación de Martín Torrijos son la mejor muestra de la calidad de su trayectoria pública y privada.
Su elección en la Secretaría de la Juventud del partido (Partido Revolucionario Democrático-PRD) y su doble triunfo en la Secretaría General, sumado al contundente resultado electoral en mayo de 2004, son evidencias fehacientes de la capacidad política del presidente Torrijos que, con visión de estadista, consolida su gestión al frente del Órgano Ejecutivo con una aprobación mayoritaria del pueblo panameño.
Por ello trataré únicamente de evaluar los motivos que tuvo el cirujano para dedicar tanto de su tiempo hipocrático en la redacción de un escrito destructivo que, sin aportaciones, ni siquiera es conclusivo.
Sé que el autor ha deseado vehementemente la candidatura a la Presidencia de la República en representación del Partido Revolucionario Democrático.
Por ello ha participado en las primarias del colectivo en dos ocasiones, sin éxitoalguno.
En esas dos oportunidades sufrió humillantes derrotas frente a la candidatura de Martín Torrijos y esas derrotas duelen y lastiman el ego de quien es buen profesional, pero muy mal político.
Lamento que para desahogar sentimientos derrotistas y complejos de mal perdedor, tenga que ofender la imagen y a la personalidad de altos dirigentes nacionales y más aún, del Presidente de la República.
Por ello no puedo otra cosa, sino concluir que el autor, más allá de integrarse a la realidad del título de su escrito, se ha desenmascarado como el "lobo con la piel de oveja".
