El interés por entender, describir, predecir y mejorar como la gente se siente, piensa y se comporta es antiguo.
En este proceso turbulento, histórico y evolutivo de los seres humanos fue gestándose la psicología.
Y así surgieron pensadores e investigadores que fueron delimitando las bases de lo que se convertiría en la ciencia que estudia “los procesos mentales, emocionales y el comportamiento humano”.
Hoy en junio de 2021, existe un antes y un después de la sociedad global, por la pandemia del siglo XXI y sin entrar en los retos en salud mental y trastornos derivados de esta crisis, se hace aún más necesario, psicólogos y psicólogas para esta sociedad.
La psicología en el siglo XXI hereda modelos científicos y teóricos que buscan comprender al hombre en su individualidad y subjetividad, y aquellos modelos que tratan de entenderlo desde una perspectiva social.
Uno de los campos que creo que tendrá un preponderante rol en este siglo es la psicología social, la cual tiene posibilidades de contribuir a mejorar la interacción del individuo en su entorno y viceversa. Los psicólogos tienen, por ejemplo, interés desde conductas de maltrato y violencia familiar o social en comunidades rurales hasta el análisis de movimientos en la sociedad humana como el #Me Too, que se hizo viral en 2017, contra un productor de cine estadounidense, y que denunció el abuso de jefes, parejas, familiares y compañeros de trabajo.
Otro reto para la psicología es la comprensión del mundo laboral, específicamente el futuro del trabajo, que ahora será diferente a lo predicho antes de 2020, pues la Covid-19 cambió los escenarios laborales, tanto como la revolución tecnológica denominada 4.0. Las personas enfrentan mucha presión para ser cada vez más eficientes y productivos, para generar ingresos, pero no siempre son para cubrir las necesidades del hogar, sino también para cumplir con estándares sociales de vida. Se ha polulado la incidencia de problemas psicológicos en trabajadores como sobrepeso, ansiedad y síntomas asociados. Vemos mujeres que dejan de lado su maternidad y la crianza de sus hijos por anhelos económicos y perseguir el éxito laboral. Niños que crecen en soledad, que pasan muchas horas en las redes sociales, rodeados de aparatos electrónicos, porque ambos padres salen de casa a trabajar casi todo el día. Son niños que se apartan de sus propias necesidades, del juego y de actividades creativas, que han perturbado su mundo de relaciones. Esto último otro reto para la psicología infantil y del desarrollo.
La importancia de la correlación entre la salud mental y la salud física es la relación mente-cuerpo. La neuropsicología es una de los campos que estudia esta relación a través de la fisiología y la neuroanatomía, lo hacen observando los fenómenos mentales, la atención, la memoria, la sensopercepción, relacionados con el funcionamiento bioquímico. Estos estudios abren la ventana a las denominadas neurociencias y sus bondades.
La reflexión en el día del psicólogo es su importante rol en el desarrollo de sociedades emocionalmente inteligentes, lo cual se deriva del aprendizaje de la gestión emocional desde los niños, pasando por los adolescentes, hasta que se conviertan en adultos emocionalmente inteligentes. Por todo lo anterior, los psicólogos merecen ser felicitados en su día y animados a seguir reinventándose para continuar trabajando por la salud mental.
El autor es consultor
