Cada vez que muere algún trabajador en el área de la construcción, las lágrimas corren por mis mejillas, a veces me pregunto si es de tristeza o del enojo que tengo, de ver tanta incapacidad administrativa de un sistema que flaquea por el amiguismo y la falta de seriedad institucional.
El 3 de abril del año 2005, se produjo un accidente de trabajo dentro de un espacio confinado, los hermanos Solís, que en paz descansen, perdieron la vida en esa ocasión.
A través de escritos que se publicaron en los medios de comunicación hice un llamado de atención, con la finalidad de que alguien retomara y corrigiera el gran error, que en ese entonces causó el fatal accidente.
Ahora, nuevamente, dos panameños mueren y otros están muy delicados, y todo porque muchas personas todavía ven el tema de la seguridad como un simple juego de palabras.
La seguridad industrial es una ciencia exacta, porque todo se mide: el ruido, la iluminación, la radiación, el volumen, la altura, la postura, las concentraciones de tóxicos, etc.
Vuelvo y repito, toda empresa seria y responsable debe tener un programa de seguridad, y si es posible un oficial de seguridad que implemente el programa, así lo requiere la ley y el sentido común, pero la realidad en Panamá es que nadie supervisa este requerimiento dentro de las empresas establecidas en el país.
Por lo anterior, es muy importante que a todas las empresas se les dé seguimiento, para verificar si cumplen con esta disposición, que no solo busca salvar la vida de los trabajadores sino evitar lesiones y pérdidas a la propia empresa.
Un programa de seguridad se complementa con un manual de seguridad y salud y este, a su vez, contiene en sus páginas aspectos esenciales que sirven como guías para la prevención de incendios, la protección de caídas, el trabajo en espacios cerrados, el manejo defensivo, la manipulación de los materiales peligrosos, la protección respiratoria, el control de riesgos biológicos, físicos y químicos, entre otros.
Pero la persona que instala el programa de seguridad dentro de una empresa debe ser idónea, titulada, conocedora de la materia. Pues, luego de instalar el programa, se debe de correr o hacer funcionar el mismo con parámetros como auditorías programadas, inspecciones y la aplicación de un sistema de gestión de seguridad y salud ocupacional.
Una de las primeras cosas que el oficial de seguridad hace es identificar los lugares de riesgo dentro de la empresa, para luego aportar el tipo de charlas y seminarios que necesita el personal.
En el caso que nos compete, los trabajadores bajaron a un espacio confinado en donde la descomposición del material orgánico –conocido también como biodegradación– es el resultado de los procesos de digestión, asimilación y metabolización de los compuestos orgánicos, que realizan las bacterias, hongos, protozoos y otros organismos. Esta descomposición orgánica se lleva a cabo con oxígeno o en un ambiente anaeróbico (sin oxígeno), esto libera energía, dióxido de carbono, metano, amoníaco y ácido sulfúrico.
Muchos de estos gases son inodoros, con características tóxicas muy elevadas, asfixiantes y anestésicos. Estos gases generalmente desplazan al oxígeno creando un ambiente peligroso.
