Ahora que empezó un nuevo año y que seguro alguna de tus promesas fue empezar un programa rutinario de ejercicio, considero oportuno mencionar algunas creencias falsas relacionadas con esta actividad y que pudieran influenciar en forma negativa tu objetivo. He aquí algunos mitos.
El ejercicio que no provoca dolor, ¿no sirve? Falso. Generalmente, el dolor posterior al ejercicio se debe a acúmulo de ácido láctico o a micro-rupturas fibrilares. Ambas situaciones representan exceso del ejercicio y solo provoca la falta de continuidad, lo cual es contraproducente.
Para que el ejercicio sea efectivo, ¿se requiere sudar mucho? Falso. El sudor, es un mecanismo del cuerpo para disminuir la temperatura que se eleva con la actividad física. Pero no tiene relación con la efectividad del ejercicio físico y tampoco sirve para perder peso sostenido, porque es líquido perdido que debemos reponer prontamente.
Los abdominales hacen perder la grasa de la barriga. Falso. Independiente del tipo de ejercicio, lo que se provoca es aumento del gasto calórico. Esta energía es obtenida del acúmulo de grasas de todo el cuerpo y no del área que se ejercita en particular. Aunque si podemos decidir qué músculos fortalecer, no decidimos de donde perder grasa.
Si haces ejercicio, ¿puedes comer sin límite? Falso. Aunque el ejercicio ayuda a bajar de peso, realmente lo que hace es cambiar la composición corporal (más músculo y menos grasa), lo que ayuda a gastar más calorías, pero para mantener un peso adecuado, debes continuar con una dieta baja en azúcares y grasa.
No necesito hacer ejercicios, porque hago muchas labores en casa. Falso. Aunque estar en movimiento ayuda a gastar calorías, para obtener salud cardiovascular, hay que provocar esfuerzo del corazón, por supuesto, con moderación.
Soy hipertenso o diabético. ¿No debo hacer ejercicios? Falso. Muy por el contrario, el ejercicio rutinario es parte fundamental del tratamiento de estas enfermedades.
¿Estoy muy viejo para hacer ejercicio? Falso. Está demostrado que la edad nunca es una contraindicación para iniciar un programa de ejercicios. Se ha demostrado grandes beneficios en personas de la tercera edad.
Tengo gripe. ¿No debo hacer ejercicio? Falso. Los estudios son contundentes en que si los síntomas son leves y de congestión, se puede hacer ejercicios, aunque la intensidad debe ser más baja de lo usual.
Durante el embarazo, ¿no se debe hacer ejercicio? Falso. El ejercicio durante el embarazo ayuda mucho a una mejor labor del parto y puerperio. En estos casos, su médico debe indicarles cómo hacerlos.
Lo que sí es una realidad contundente es que el que hace ejercicio rutinario, vive más, vive mejor, es más productivo y más feliz. Usted decide como prefiere vivir.
El autor es gastroenterólogo
