La economía mundial está repetidamente en crisis. La del tercer mundo está permanente en crisis. Pero los países desarrollados también atraviesan por una crisis, especialmente Estados Unidos que es nuestro principal socio.
Deudas internas multimillonarias, devaluación del poder adquisitivo de la moneda, morosidad hipotecaria, quiebras, fraudes. Es elpanorama actual en que permanentemente necesitan hacer correcciones de salvavidas: auxilios, préstamos de emergencia, cambios de tasas de interés, etc. Todo ello para tratar de mantener a flote un sistema que, por razones intrínsecas de competitividad, crecimiento económico acelerado al máximo, ganancias comerciales al margen de la ética y la justicia trae también para otros la pérdida monetaria, perjuicios de precios e intereses abusivos, desbalances de pagos, deudas impagables, subdesarrollo y pobreza.
El sistema se aplica para todos los niveles. Entre los mismos centros desarrollados, entre los países poderosos y los emergentes, entre los bancos, los productores, los intermediarios y los consumidores.
Es un ciclo vicioso sin fin, multi modal, repetitivo, globalizado y multi sectorial que genera las enormes deudas externas e internas de los países, el endeudamiento masivo de los ciudadanos –para comprar de todo por el consumismo–, los pagos de altos y eternos intereses a los distribuidores y empresarios, que a su vez transmiten a los usuarios; en que los pequeños y medianos negocios terminan sobreviviendo o en quiebras y ruinas.
No hay Ampymes que los salve. Competir los pequeños con los grandes consorcios no es factible, ni en el deporte; allí, para eso, hay categorías o se dan gabelas.
El aumento del precio de todo, lo insertan en el círculo ruinoso de la inflación. Naturalmente el último en la cadena es el trabajador y el desempleado, el niño, el indígena, el pobre. La gran riqueza permanente y sólida es la sabiduría y la experiencia, es decir, la educación y el tiempo. Países que por formación cultural y perspectiva social han educado a su gente en el trabajo creativo son merecedores de credibilidad para los inversionistas y se transforman en grandes productores, lo que repercute en una mejor calidad de vida para sus pueblos. En ese escenario la tecnología importada es adaptada y adoptada junto a las inversiones mismas.
El criterio nacionalista de recibir inversiones productivas en base al capital humano existente para el desarrollo interno y la reinversión local es válida, manejada y controlada estatalmente con una perspectiva futurista y no inmediatista.
Los ejemplos de Asia son definitivos. Esas características básicas fueron productos primero de una inversión social, humana y justa.
Cuando se carece de educación se recurre al "juega vivo" a la corrupción, al fraude, al engaño, a la trampa, al delito y a la violencia. Aquí estamos ya andando esa ruta. La eficacia es producto en parte de la eficiencia que provee medidas preventivas y racionales con acciones sociales y nacionales; y no parches y demagogias pasajeras e importadas.
Lo insólito del Cemis, de los envenenados y de los incinerados del bus es que son extremos incompatibles con la civilización. Pero lo más grave es la impunidad, la silenciosa complicidad de la misma sociedad que está alienada en su reacción y conciencia.
La libertad de expresión está vinculada a los intereses financieros o políticos de los propietarios o de sus patrocinadores publicitarios y no al de la sociedad, al de los lectores, ni al de los periodistas.
La educación, la concienciación popular es el pilar fundamental del desarrollo y el progreso general. Entonces es básico que las organizaciones populares participen en su propio desarrollo y que el empresariado moderno incluya en su crecimiento y en dar dividendos a sus trabajadores y consumidores o usuarios, como lo han recomendado los organismos económicos de las Naciones Unidas y de la banca mundial.
La sostenibilidad pasa por un entendimiento humanístico respetuoso de la dignidad y de la justicia social con el mercado que son los consumidores y con los reales productores: los trabajadores, para que las inversiones crezcan con una velocidad en que toda la sociedad (el mercado) progrese en forma homogénea, sin dejar bolsones de miseria abandono y delincuencia. Pero el Estado coordinador y regulador de la calidad de vida de todos y del progreso del país tiene que enriquecerse de las vivencias, de las necesidades, de los anhelos y de las banderas del pueblo.
Escuelas y no cárceles. Buses y camiones y no pitufos. Sanciones y no impunidad. Justicia y no juega vivo. Verdadera libertad de expresión para todos aquí y no solo para criticar a otros países. Si otros en competencia subsidian sus alimentos (que me parece bien), por qué también no hacemos lo mismo.
La globalización debe incluir la inmigración, sin muros metálicos.
En víspera de la campaña electoral todos los aspirantes a candidatos deben publicar su declaración de bienes y la de sus familiares cercanos, así como de sus empresas; y también sus currículos. El Tribunal Electoral debe regular y disminuir en forma uniforme para todos, los costos y el tiempo de las campañas… Si realmente quieren acabar con la corrupción y avanzar en el progreso.
