NANCITO, Chiriquí. Cinco personas murieron ayer (todas mujeres) y 30 resultaron heridas, cuando un bus de la ruta DavidPanamá se accidentó a la altura de la comunidad de Nancito.
Según las autoridades, el vehículo viajaba hacia la ciudad capital en la tarde de ayer, cuando repentinamente explotó una de sus ruedas delanteras, lo que hizo perder el control al conductor Alvaro Alvarez.
El vehículo se salió de la carretera y siguió rodando a través de una zanja de metro y medio de profundidad.
La muerte de los pasajeros se debió a los golpes provocados por las ramas de los árboles ubicados a un costado de la carretera panamericana. Las ramas rompieron las ventanas y se estrellaron contra los cuerpos y caras de los pasajeros.
Solo los nombres de dos de las cinco víctimas fueron revelados por las autoridades que levantaban los cadáveres: Mélida Pinzón, de 42 años y Mónica Royo Suira, de 20. Los otros nombres no se pudieron conocer debido a que las víctimas no portaban documentos y las autoridades esperaban que se les permitiera revisar el equipaje donde debían ir sus documentos.
Varios de los heridos fueron trasladados al Hospital de San Félix y otros al Regional de David. La Prensa observó a unas siete ambulancias que evacuaban a los afectados hacia los centros médicos.
Anoche, varios de los heridos fueron dados de alta y pudieron ir a retirar sus equipajes en la terminal de David.
Alvarez salió conduciendo su unidad aproximadamente a las 11 de la mañana. El accidente fue después del mediodía, ya que Nancito está aproximadamente a unos cien kilómetros de la ciudad de David.
El autobús con capacidad para 76 personas es uno de los más modernos de la flota DavidPanamá. Tiene dos plantas y es fabricado por la transnacional Volvo. Su matrícula es 4B-449 y está registrado como la unidad número 36 de la ruta.
Nacieron ayer José Lezcano viajaba con su esposa Bleixen Araúz y su hija Diana Carolina, de cuatro años, en el asiento número 30. Escuché la explosión de la llanta, vimos con pánico cómo el vehículo salía de la carretera y no sé cómo mi esposa e hija no sufrieron daños. Creo que volvieron a nacer ayer, narró Lezcano quien, aunque estaba triste por las víctimas, también se mostró agradecido a Dios porque su familia no fue afectada.
La almohada de mi hija que iba dormida apareció a 50 metros del autobús y una señora me la devolvió luego, agregó el afortunado.
Este es el tercer accidente de autobuses de la ruta ChiriquíPanamá en lo que va del año. Siete personas han muerto y casi cien han resultado heridas.
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