Por la época que corre, se me hace que los miembros del Club 20-30 ya deben estar bastante ocupados en los quehaceres de ese singular evento que constituye la Teletón, una tarea nada fácil de acopiar recursos económicos para coadyuvar a la insuficiente labor que realiza el Estado de cara a crear nuevas y mejores infraestructuras para niños cuyas condiciones de salud requieren atención especializada.
Hace algún tiempo ya que le he venido dando vueltas a lo que reconozco apenas como una sugerencia. Esta va en el sentido de que se adopte como uno de los criterios de selección de los niños símbolo el que estos reflejen la diversidad étnica y cultural que viste a la nación panameña. Me explico.
No han sido suficientes las oportunidades en que se ha subrayado el carácter multiétnico y multicultural de la sociedad panameña. En ocasiones, solemos expresar y reproducir la extraordinaria diversidad que nos marca como pueblo indoafromestizo. Y cada vez que así ocurre, nuestro sentido e identidad nacionales se crecen y afirman. Pienso que la ocasión de llevar a cabo, todos los años, una actividad tan trascendente como la Teletón, que cautiva la atención y sentimientos de solidaridad de casi toda la nación, bien pudiera ser otra de esas oportunidades en que aumentamos de estatura, al reconocer, a través de niños y niñas "emblemáticas" eso que nos caracteriza como conglomerado nacional: la pluralidad étnica y racial. De seguro, los 20-30 estarán abocados a la tarea de escoger al chiquitín cuya imagen ocupará cada centímetro que son capaces de cubrir los medios de comunicación. En ese sentido, nada mal nos vendría un niño o una niña, seleccionados de todo el crisol de razas. Me luce que una iniciativa como esa sería pertinente y con efecto social galvanizador. ¡Qué lindo sería un afiche, una calcomanía o una taza de la Teletón 2005 con la imagen de un chavalo de ascendencia asiática o indostaní o árabe o hebreo! Y el próximo año, uno ngöbe, español o kuna, y así, año tras año, circunvalando todos los matices de ese amasijo variopinto que es Panamá.
El autor es abogado
