Como toda enfermedad, después de cierto nivel y bajo inspección médica, el sobrepeso se puede tratar con medicamentos. Pero, ¿qué tan confiable son estos medicamentos y quienes lo deben usar?
No todos los pacientes que sufren de sobrepeso tienen que tomar medicamentos, explicó Itzel Velásquez, médico especializada en nutrición clínica.
Según esta experta, el paciente debe presentar un índice de masa corporal mayor a 35 para ser candidato a medicamentos. Este índice lo puede calcular el nutricionista, o usted mismo, dividiendo su altura al cuadrado (en metros) entre su peso (en kilogramos).
Para escoger Según Ivon Navarro, jefa del Departamento de Registros de la Dirección Nacional de Farmacias y Drogas del Ministerio de Salud, hay nueve medicamentos registrados actualmente en Panamá para la obesidad. Todos se deben vender con receta médica (ver recuadro).
En general, existen cinco grupos de medicamentos para este mal:
Catecolaminérgicos
Estos medicamentos son anorexígenos; en otras palabras, eliminan el apetito.
Mejor conocidos como los medicamentos fenfen, son aquellos que contienen fentermina, clobenzorex y mazindol.
Actúan en el sistema nervioso central y los daños que pueden ocasionar son problemas a nivel de las válvulas del corazón y a nivel cerebral. Sus efectos secundarios pueden ser sequedad en la boca, taquicardia, constipación, nerviosismo e insomnio, por lo que se debe evitar su uso por las noches.
Serotoninérgicos
Estos medicamentos también actúan en el sistema nervioso central, pero son los que contienen floxetina y sibutramina.
A diferencia de los catecolaminérgicos, no son anorexígenos. Lo que producen es una sensación de llenura al comer.
Ese tipo de medicamentos se utiliza para aquellos obesos que sufren de depresiones, compulsiones o bulimia. Sus efectos secundarios son la resequedad de las mucosas, insomnio, constipación, sudoración.
Termogénicos
Muchos de estos se venden como vitaminas o suplementos sin receta. Son a base de aminofilina, efedrina y cafeína y trabajan basados en un aumento de la termogénesis; en otras palabras, aceleran el metabolismo y queman más grasa de lo normal. Sus contraindicaciones puede ser gastritis o taquicardia.
Inhibidores de la grasa
Estos medicamentos actúan en el sistema gastrointestinal absorbiendo el 30% de las grasas que se consumen para que luego sean excretadas.
Son medicamentos a base de Orlistat y su lado negativo es que pueden causar una incontinencia fecal si el paciente se excede con la cantidad de grasa que come.
Actúan en el tejido adiposo
Estos medicamentos, a base de adipofren, se utilizan para eliminar las células de grasa que ya están en el cuerpo.
El contenido entonces migra a través del sistema linfático y se excreta por diferentes medios.
(Vea 7B )
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