Hasta hace no muchos años, hablar de la energía de las personas estaba relacionada solo con lo paranormal, incluso, algunos escépticos esbozaban una irónica sonrisa al tocar el tema, como si fuese algo relacionado solo con las películas de ciencia ficción.
Hoy es un hecho comprobado que todos los seres irradiamos este flujo eléctrico vital, en el cual se exteriorizan de forma perceptible para algunos e imperceptible para otros nuestro interior emocional.
A diferencia de los humanos, la lectura de la energía es instintiva en los animales, quienes se reconocen además por sus olores, por esta vestimenta electromagnética, que trasciende lo racional, convirtiéndose en una poderosa fuente de interacción con la vida.
Los perros poseen la particularidad de determinar con solo la presencia de otro ser, su verdadera esencia y estado, y a esto, no hay disfraz que pueda ocultarlo.
De esta manera, ellos saben si las personas que los rodean tienen la suficiente estabilidad para dirigirlos y protegerlos, o son ellos los que tendrán que tomar el liderazgo, tal cual lo harían en la vida salvaje para poder sobrevivir.
Los gritos, la fuerza y la violencia jamás serán las herramientas para conseguir que un perro sea estable y equilibrado.
Todo lo que usted haga o deje de hacer para educarlos será inútil, si verdaderamente ellos no perciben en su amo el verdadero equilibrio que los contenga, en un marco de armonía.
No tenga duda de que su perro es solo el espejo de lo que usted y el núcleo familiar donde habita le están ofreciendo.
Los perros son seres energéticos y emocionales del mundo que los rodea, y a excepción de algunos pocos casos puntuales de patologías genéticas o físicas que alteren su conducta, los canes son el fiel reflejo de sus dueños.
