Aprovechando la terminación del año lectivo 2014, en el que más de 421 mil 70 niños formaron parte de la educación primaria, de acuerdo a las estadísticas del Ministerio de Educación, consideramos oportuno hacer algunas reflexiones.
Los esfuerzos por mejorar el sistema educativo en Panamá son evidentes, tanto en la educación pública como la privada se han dado pasos importantes para que la educación que reciben nuestros estudiantes sea más completa, vanguardista y responda a las necesidades de un mundo globalizado que, día a día, demanda más dinamismo en los sistemas educativos. A nivel gubernamental, vemos los esfuerzos sostenidos que se hacen para mantener actualizados a los docentes, a través de cursos y módulos continuos que reciben, así como el programa para capacitarlos de cara a aplicar la educación bilingüe en el sistema público.
En el sector privado las escuelas buscan incorporar a sus currículum, sistemas novedosos que les permitan a los estudiantes mejorar e incrementar su desempeño y formación.
No obstante, hay que seguir trabajando para mejorar, pues aún hay un porcentaje de fracaso escolar importante. De acuerdo a un informe de la Unicef, en Panamá solo el 81.2% de los estudiantes que ingresan a la primaria continúa en el sistema educativo. Y un estudio elaborado por la Universidad Tecnológica de Panamá señala que un porcentaje superior al 30% de los estudiantes que aplican los exámenes de admisión para entrar en esta universidad no lo pasa por deficiencias graves en materias como matemáticas.
Todos sabemos que es en la escuela primaria en donde se establecen las bases y los fundamentos básicos de la formación de un individuo, de allí su importancia.
Hay que hacer uso de todas las herramientas que tengamos a nuestro alcance para potenciar el mejor aprovechamiento de este periodo. En este sentido el ajedrez es utilizado como una herramienta valiosísima en muchos países. Hay estudios sustentados que demuestran que su práctica aumenta el rendimiento académico, sobre todo, en matemáticas y lectura, así como la capacidad de concentración y la toma de decisiones. Además, fortalece la autoestima y resalta los valores.
El ajedrez enseña de una manera práctica que ante un problema pueden existir varias soluciones, y es nuestro trabajo escoger la mejor o la más apropiada luego de valorar todas las variantes.
El 13 de marzo del 2012 en Estrasburgo, el parlamento europeo adoptó el programa Ajedrez en las Escuelas, que procura incluir su práctica en los colegios que forman parte de la Unión Europea. La Declaración Escrita 50/2011 fue firmada por 415 eurodiputados y es un evidente reconocimiento de los beneficios que este juego le aporta a los niños.
En Panamá estamos muy atrás de países como España o México en donde se presentan avances importantes en el ajedrez como herramienta pedagógica; sin embargo ya se hacen los primeros esfuerzos.
A todos aquellos que son padres, les invito a darles a sus hijos la oportunidad de experimentar los beneficios que la práctica de este juego les puede proporcionar. Hoy día, gracias a la tecnología hay muchas maneras en las que podemos acceder al aprendizaje del juego ciencia.
Quiero terminar este artículo con las palabras que dijo unos de los grandes en la historia del ajedrez, Gary Kasparov: “En todos mis años dando conferencias nunca he podido superar la explicación que escuché de una niña de nueve años, en el Bronx, sobre cómo el ajedrez es capaz de ayudarla en clase. ‘El ajedrez me ayuda con las matemáticas’, dijo que son complicadas. ‘Me enseña a no tener miedo de los problemas complicados”.