George Friedman, de Stratfor, acaba de publicar un libro con el título de este escrito. (John Mauldin hace un artículo resumen del libro, que cito).
La habilidad de este autor es la de tomar patrones geopolíticos y usarlos para pronosticar eventos futuros, a veces con resultados sorprendentes y contraintuitivos.
Por ejemplo, pronostica: que a mitad del siglo Polonia y Turquía serán importantes jugadores internacionales, que Rusia volverá a ser poder regional… pero nuevamente colapsará, que energía solar basada en el espacio cambiará toda la dinámica de la energía global, que la frontera de EU–México volverá a estar en juego como hace 150 años, que los pools reducidos de obreros causarán que países compitan para atraer inmigrantes, en vez de repelerlos como ocurre hoy Estos pronósticos parecen locuras hasta que uno lee sus métodos, lógica, argumentos y conclusiones… y entonces sus opiniones empiezan a tener sentido.
Examinemos con Friedman algunos hechos históricos. Si hubiéramos vivido en Londres en el verano de 1900, cuando era la capital del mundo, Europa estaba en paz y gozaba de una prosperidad sin precedentes; la guerra era un imposible, pero luego, en el verano de 1920, Europa estuvo envuelta en una guerra agonizante que duró años y costó millones de vidas, y países que estuvieron en la periferia europea, como Estados Unidos y Japón, emergieron como poderes mundiales.
En 1940 Alemania conquistó a Francia y dominó a Europa; todo indicaba que la dominación europea por parte de Alemania duraría 100 años.
En 1960 Alemania había sido destruida y Estados Unidos emergió como el súper–poder mundial.
En 1980 Estados Unidos perdió una guerra de siete años, no contra su rival –la Unión Soviética– sino ante la comunista Vietnam del Norte, y fue a su vez sacado de Irán. Estados Unidos logra aliarse con la China comunista de Mao para contrarrestar la influencia de la Unión Soviética.
En el año 2000 la Unión Soviética colapsa, y la China comunista ahora practica el capitalismo económico.
Toda esta relación histórica indica que cuando se pronostica el futuro solo parece haber una cosa segura, y es que el sentido común siempre se equivoca. Aquellas cosas que parecen permanentes y dominantes suelen cambiar en forma dramática y rápida. El análisis político convencional sufre de una profunda falta de imaginación.
Ahora bien, respecto al Siglo XXI que vivimos: Friedman pronostica que saldrá un solo poder mundial: Estados Unidos (a pesar de que bajo Bush II logró desbaratar sus relaciones con el mundo entero, ésto parece estar en vías de corrección). Friedman también pronostica que la guerra de Estados Unidos con el Islam radical será poco recordada en 100 años, contrario al sentimiento de hoy. Luego de la muerte del conflicto con el Islam, Rusia volverá a provocar puntos de tensión con Estados Unidos en una segunda “Guerra Fría” que terminará –como la primera– con el colapso de Rusia.
China tiene una inestabilidad inherente; a medida que el sistema se haga más poroso existirá más tensión interna y aparecerá una nueva figura (tipo Mao) que cerrará al país del mundo exterior… y se iniciará otro ciclo parecido al anterior.
Tal como indica la historia, el próximo imperio islámico será dominado por Turquía, una plataforma estable en medio del caos islámico de hoy.
Polonia no ha sido un gran poder desde el siglo XVI, pero según Friedman lo volverá a ser por dos factores. Primero, por la disminución alemana y segundo por la presión rusa al Este que provocará un apoyo masivo de Estados Unidos. Polonia será el poder líder de una coalición de países que confrontarán a Rusia.
El Siglo XXI verá el fin del aumento explosivo de población en el mundo. En el año 2050 los países avanzados estarán perdiendo población en forma dramática y los países en desarrollo estarán estabilizados; por eso la inmigración será buscada en vez de excluida.
El espacio se acaba para seguir con los pronósticos de Friedman. Él no pierde el tiempo examinando 100 días sino pronosticando 100 años, y en este ejercicio vale el dicho modificado (de uno) de la izquierda tradicional: “sea práctico, espere lo imposible”.
Por todo esto, recomiendo la lectura del libro Los Próximos 100 Años, de George Friedman.
