Ustedes conocen el dicho: “no se le puede echar cuentos a Walt Disney”, con ello se da a entender que “echarle” un cuento a este señor era imposible; se los sabía todos.
Aquí, y en este tiempo, tenemos a una serie de norieguistas que por sentimiento, formación, acción y agradecimiento se creen hijos putativos de este señor (Walt) y hay que agregarle a sus apellidos paternos y materno el Disney que nos permitiría identificarlos mucho mejor como mitómanos. Registro Civil, atienda esta solicitud ciudadana.
Pero como los panameños lo que no queremos son cuentos y en razón del trabajo periodístico del diario La Prensa “El muerto oculto de Delgado Diamante” y la respuesta del actor de que fue “sobreseido”, me di a la tarea de averiguar quiénes eran los magistrados que habrían podido dictar un sobreimiento definitivo a favor de Daniel Delgado Diamante, en menos de tres meses de cometido el homicidio del cabo Andrés García; como él alega.
Busqué en todos los registros judiciales del año 1970 el sobreseimiento y los nombre de los honorables magistrados de la Corte Suprema de Justicia y del Segundo Tribunal Superior de Justicia, que le correspondería dictarlo, a solicitud del Ministerio Público que defiende a la sociedad y, en este caso, al occiso o del abogado defensor, si lo hubo... y no hay nada.
Recordemos que en razón del golpe de mano del 15 de diciembre de 1969 y el regreso, el 16 de diciembre del mismo año del general Omar Efraín Torrijos Herrera, se hicieron cambios en la Guardia Nacional y los órganos Ejecutivo, Judicial y el Ministerio Público, que entraron en vigencia el mismo 16 de diciembre de 1969 y el 1 de enero de 1970, antes de los homicidios de Rubén Miró y del cabo Andrés García. También comenzó a ser protagonista de la historia patria el futuro G–2, dictador y actual detenido en Miami.
Estas eran las autoridades en el momento de los hechos: Ramón Palacios Parrilla, presidente de la Sala Segunda de lo Penal y presidente de la honorable Corte Suprema de Justicia, Jaime O. De León y Aníbal Pereira D., honorables magistrados de la Sala de lo Penal. José María Anguizola, presidente; Julio Lombardo y Jorge E. Macías de la Sala Primera de lo Civil y Pedro Moreno C., presidente; Ricardo Valdés A. y Juan Materno Vásquez de la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo y Laboral.
El Segundo Tribunal Superior de Justicia, encargado de juzgar los casos penales en las provincias de Panamá y Colón y en este caso, un homicidio, estaba conformado por Álvaro Cedeño Barahona, Abelardo A. Herrera, Virgilio F. Meléndez, José D. Castillo M. y Donatilo Ballesteros.
El Ministerio Público estaba dirigido por Olmedo D. Miranda como procurador general de la Nación, Carlos Pérez Castrellón, procurador auxiliar de la Nación y Humberto Fassano, como fiscal auxiliar de la República, quien inicialmente debió conocer el caso.
Varios de estos honorables hombres públicos viven, por lo que les pregunto si ellos conocieron legalmente este caso y cuál fue su actuación, porque el homicida y sus abogados los señalan como artífices de un sobreseimiento definitivo a su favor.
Conozco a mis paisanos Álvaro y Donatilo y sé de la honorabilidad con la que siempre han actuado en su vida judicial y pública, por lo que recurro a sus memorias, ya que en todos los registros judiciales que he consultado; no hay nada referente a este homicidio o al pariente de Walt Disney; DDD.
La pregunta es: ¿Quién resolvió el caso a favor de DDD Disney? La respuesta, como decía Mario J. de Obaldía: “Carmelo, el que está en el cielo”, quien lo puso como su escolta personal. ¿Será que el primer trabajo del recién nombrado G–2, futuro dictador y ahora preso en Miami fue su defensa oculta? ¿Por eso se sigue comportando como “norieguista”, por agradecimiento?
Cuidado y el cuento pasa de un “lamentable incidente policial” a una “lamentable defensa propia” o con un documento de sobreseimiento “post mórtem”.
Miren si tienen coraje: ¡echarle cuentos a Walt Disney!
