Expresión popular y sarcástica que hace referencia y enfatiza la idea de que, algo que venía mal, se agrava todavía más, generando conmoción.
2020 ¡año inolvidable!
Pandemia inesperada, solo vivida en películas (que, por cierto, no me interesa más verlas), no tiene cuándo acabar.
El mundo sufre sus secuelas.
Panamá no escapa, pero aunado, tenemos la descoordinación de nuestro gobierno, tratando de salir adelante, pero le encanta tomar por los caminos equivocados y tortuosos.
En el área de la salud, se enfrenta a retos difíciles con personal médico, técnico y administrativo cada día más agotado, con falta de insumos y medicamentos, con médicos que no logran unificar criterios para definir protocolos, con nuevos contagios en cifras alarmantes, con 30 a 50 fallecidos por día, con aumento de hospitalizados tanto en salas como en las UCI.
Además, el equipo de Salud tomando decisiones un tanto controversiales, como “pueden ir a las playas los días de semana, pero los fines de semana ¡no!”.
Un día nos dicen que las vacunas llegaran a finales de diciembre, al rato sale otra funcionaria y dice que no hay fecha de llegada, al día siguiente la máxima autoridad del país dice que llegan en 90 días, otra autoridad dice que entre el 18 y 25 de enero de 2021, pero que el Laboratorio Pfizer confirmará cinco días antes la llegada. Estando a menos de cinco días del 18, ¡nadie había llamado! Pensamos, ojalá no se olviden de nosotros... aunque dijo la Viceministra de Salud, en programa de TV, que “casualmente estaba esperando la llamada hoy” ¿llamaron o no?
La Viceministra de Salud también explicó que las 40,000 primeras dosis que deben llegar se aplicarán a 20,000 personas que pertenecen a la Fase 1, Etapas 1A y 1 B, según el cuadro elaborado por el Minsa, tomando en consideración las dos dosis por persona.
Alguien podría explicar a este sufrido pueblo, ¿cuántos adultos mayores de 60 años encamados en asilos hay? ¿cuántos miembros conforman Sinaproc? ¿cuántos miembros hay en la Fuerza Pública? ¿cuántos miembros conforman la Cruz Roja? ¿cuántos miembros hay en Aseo? ¿cuántos mayores de 16 años con discapacidad comprobada hay?
Muchas interrogantes cuyas respuestas nos debieron dar, pues necesitamos conocer de acuerdo al cuadro del Minsa, el tiempo estimado en que, a cada uno de nosotros, nos tocará vacunarnos, siempre y cuando las mismas lleguen puntuales. Esto nos daría una gran tranquilidad y confianza.
Pero las interrogantes continúan, ¿cada cuánto tiempo y cuántas dosis llegarán posteriormente?
No sé con qué fin se realizaron tantos simulacros de manejo de vacunas que incluyeron, por cierto, gastos innecesarios de dinero en horas vuelo, personal trabajando tiempo extra, gasto de combustible. Lo que deberían realizar es informarle a la población, sobre bases reales, el día, hora, lugar donde se vacunará, de acuerdo a cita o logística que apliquen.
Ya lo dijo el jefe de la cartera de Salud: “Panamá tiene la experiencia en vacunación masiva”. Entonces, ¡para qué tanta “alaraca” de propaganda y simulacros!
A cada rato se escuchaba por la radio, por la televisión, una voz muy conocida que decía “ya viene... ¡la vacuna!”, inmediatamente pensaba en la frase, “ya viene... ¡el lobo!”
¡Traigan la vacuna y vacunen! ¡Eso es lo que la mayoría está esperando!
Se está muriendo mucha gente. Muchas familias han dado una cuota de sacrificio ¡invaluable!¡por favor cumplan con el pueblo! es un llamado URGENTE.
Estamos hasta la coronilla en el aspecto económico, pero sin salud no saldremos de esta.
Agoten todas las vías posibles. Hay más de 50 países que ya están vacunando e incluso muchos ya han puesto la segunda dosis.
No podemos tomar decisiones “sobre la marcha, porque el virus es cambiante”, como dijo un alto funcionario.
Las decisiones tienen que ser rápidas, precisas, transparentes, con el pensamiento de que somos 4 millones y pico de almas, las que dependemos de una ¡Buena Gestión!
Mientras que esto suceda, esperaré a que alguien se dé cuenta de que Éramos “pocos” y parió la abuela.
La autora es arquitecta
