La fascinación que siente la escultora española Aurora Cañero por la figura humana, la ha llevado a crear un universo de relatos, compuestos con ese lenguaje no verbal de hombres y mujeres.
Cada una de las figuras de bronce platinado que conforman su exposición “Relatos corporales” sugiere algo.
“Me gusta mucho el gesto”, expresa Carrero, refiriéndose a su fuente de inspiración.
Dentro de la colección hay esculturas de socorristas, una fotógrafa, una mujer jugando billar, una pareja en una barca, pensadores reflexionando sobre los cuerpos celestes, un estratega y angelitos.
También está una mujer flechada. “Es como un deseo, una historia casi de amor. Ella coge la flecha que le gusta, las demás las rechaza”, explica la artista.
Así también hay un hombre lunático vestido de cráteres, caminando sobre un círculo, y una Penélope que en lugar de tejer y deshacer su tejido mientras espera a Ulises, tiene en su regazo un manto de hojas otoñales y primaverales que forman parte de un círculo de espera de las estaciones.
Mujeres y hombres, solos o acompañados, cada uno tiene una razón de ser, y aunque la escultora admite que le gusta más la figura masculina, siempre trata de representar también a la mujer y a la pareja.
En la obra de Carrero las figuras geométricas y los pedestales juegan un papel funcional y simbólico.
La exposición del conjunto de esculturas está abierta hasta el 10 de mayo en la galería Arteconsult.
