Lo primero que vale la pena notar es que el pueblo panameño, sin duda que con muy distintos niveles de profundidad, es creyente en Dios. A la pregunta sobre este punto, el 97.7% se declaró creyente, el 1.7% no creyente y el 0.7% o no respondió o manifestó duda. En cuanto a las iglesias, las más significativas fueron la católica con un 79.1% y las iglesias evangélicas con 10.8%.
A primera vista llaman la atención las razones por las que se pertenece a la propia iglesia. La tradición familiar lleva la primacía con un 75.5%, mientras que las razones más espirituales o de convicción alcanzan sólo un 23.4%. Estos datos habría que matizarlos porque las dos razones no necesariamente se oponen. Yo puedo ser católico simplemente porque nací dentro de una familia católica, pero eso no significa que a lo largo de mi vida no haya tenido personalmente experiencias espirituales importantes o conocimientos que me permitieron asimilar lo que en un principio recibí por mera tradición.
¿Ve usted o escucha programas religiosos? Es otra pregunta interesante de la encuesta. Sí: 59.4%; No: 40.6%. Lo más destacado en el campo católico es la santa misa con 27.8%, que sumado a Radio María, 11.7% Kerigma, 5.6%; FeTv, 5% y Un mensaje al corazón, 3.9% dan un 54%. En el campo no católico lo más destacado es Hosanna Radio y Televisión con 22.8%. Los demás medios audiovisuales quedan en 11.1%, y el resto no responde.
Se ha dicho muchas veces que en Panamá los cambios de una iglesia o religión para otra son muy frecuentes y numerosos. En la encuesta se hizo la pregunta siguiente: ¿Ha cambiado usted de iglesia en los últimos 10 años? El 95.7% dijo que no y el 4.3% manifestó que sí. De este 4.3%, el mayor número de cambios (58.3%) se han dado de la Iglesia católica a las evangélicas.
En la actualidad está en el ambiente el tema de una nueva Constitución o de reformas profundas a la actual. Al Comité Ecuménico le pareció interesante saber dos puntos religiosos en este campo. A la pregunta sobre si debería mencionarse a Dios en la introducción o preámbulo de una posible nueva Constitución, el 80.5% dijo que sí, mientras que el 15.8% dijo que no; y a la pregunta sobre si debe reconocerse que la inmensa mayoría del pueblo panameño (más del 90%) pertenece al cristianismo en sus diversas denominaciones, un 84% opinó que sí y un 10.6% dijo que no. Esto es una respuesta a las personas que dicen que no se debe hacer ninguna alusión religiosa en los grandes documentos nacionales por respeto a quienes no creen. ¿Y el respeto a la inmensa mayoría que sí cree? Esto no quiere decir que el Estado deba ser confesional o que se rompa la separación de Iglesia-Estado. Se trata de invocar la protección de Dios, en quien creemos casi la totalidad de los panameños y panameñas, y de reconocer la realidad de las religiones que forman parte de nuestra vida nacional.
Un último punto que vale la pena mencionar. El 78.5% no sabe lo que es el ecumenismo, pero un 85.5% manifiesta su apoyo a que las religiones e iglesias se unan para trabajar juntas, y un 73.9% incluye en esta unión a las personas no creyentes.
¿A qué me invita personalmente esta encuesta? En primer lugar a trabajar para que nuestra alta creencia religiosa pase de la fe a la vida. San Ireneo decía que la señal de que un pueblo es realmente cristiano consiste en que en él no haya una pobreza llamativa. Si es así, los panameños no somos realmente cristianos porque lo que vemos por nuestras ciudades y áreas rurales en materia de pobreza económica, social, moral y espiritual, es algo sumamente alarmante. Nuestras creencias están, pues, apenas al comienzo del camino. En segundo lugar, la gente quiere la unión de las iglesias, por lo menos en el trabajo por el bien del país. No la defraudemos en peleas religiosas estériles, sino sumemos fuerzas y Dios hará el resto. Se podrían hacer otras reflexiones pero no hay espacio y las dejamos para los lectores y lectoras.
