José Otero jotero@prensa.com "Mi general, tengo el agrado de hacer de su conocimiento la novedad ocurrida ayer aproximadamente a las 13:00 horas en el área cercana al campamento Juncal (isla de Coiba)". Así inicia la carta firmada por el capitán Wilford Nipple dirigida a Torrijos y que estuvo secreta por 26 años.
Gerardo Olivares Velásquez está incluido en la lista de 110 personas que desaparecieron durante el régimen castrense y cuyo cuerpo jamás ha sido encontrado.
Según esta carta, Olivares Velásquez huyó del campamento donde estaba detenido en ese penal, por lo que se conformó un grupo de búsqueda.
"Unidades lograron encontrar al detenido en las orillas cercanas al campamento Juncal, quien de inmediato se dio a la fuga, a pesar de haber recibido la orden de detenerse, lo que obligó a las unidades a dispararle [y] quien muriera seguidamente debido a los disparos", destaca el informe.
Según las investigaciones de la Comisión de la Verdad, Olivares Velásquez era camarógrafo de profesión y tras su captura en 1972 estuvo en varias prisiones panameñas.
Las actuales autoridades de Coiba informaron a la Comisión que no existe en ese penal ningún certificado de muerte con el nombre del supuesto guerrillero sudamericano y que, además, su cadáver nunca ha sido encontrado en el cementerio El Marañón, localizado en esta prisión.
"El detenido Olivares Velásquez es la misma persona que participara como segundo jefe de las guerrillas, contra el gobierno panameño, durante los meses de octubre de 1968 a noviembre de 1969, en Piedra Candela, Monte Lirio, Río Sereno, Cañas Gordas, sembrando la muerte y destrucción de los pueblos chiricanos", continúa diciendo la carta del capitán Nipple a Torrijos.
Copias de este parte oficial sobre el homicidio de Olivares Velásquez también fueron enviadas al coronel Rodrigo García, comandante segundo jefe, y al teniente coronel Manuel A. Noriega, G-2 del Estado Mayor de la Guardia Nacional de ese entonces.
Fuentes de la Comisión de la Verdad indicaron que se localizó al capitán Nipple y que, al ser cuestionado sobre esta carta, negó haberla escrito y agregó que no recordaba los hechos allí descritos.
No existe, como en muchos otros casos sobre desapariciones forzadas, ninguna investigación sobre la muerte de Olivares Velásquez. Pero las investigaciones de la Comisión resaltan que existen suficientes elementos de pruebas que indican que los militares planificaron y ejecutaron la captura del chileno y que dicha operación estuvo coordinada por el G-2 de la Guardia Nacional.
Antropólogos de la Comisión de la Verdad han encontrado los restos del sargento Reinaldo Sánchez Pena y del civil Jerónimo Díaz en esta isla. Ambos forman parte de la lista de desaparecidos y asesinados durante la época militar.
De igual forma se piensa que en Coiba están enterrados, en tumbas clandestinas, unos 20 de los desaparecidos, incluyendo al sacerdote colombiano Héctor Gallego y el dirigente universitario Floyd Britton.
Ascenso por dar palo En otras cartas halladas se indican solicitudes de ascenso de rango a Torrijos por haber formado parte de los batallones que capturaron y persiguieron a civiles ligados al ex presidente Arnulfo Arias, a grupos comunistas y a supuestos guerrilleros opuestos al gobierno de facto.
Mediante carta del 1 de abril de 1969, los entonces sargentos de la Guardia Nacional Melbourne Walker y Eugenio Magallón pedían estos ascensos basados en sus actuaciones de defenestrar las huestes arnulfistas, principalmente en la provincia de Veraguas.
"Mi general, respetuosamente me dirijo a usted para informarle que durante la campaña de las pasadas elecciones, mi sargento Magallón y yo tuvimos una participación activa contra la candidatura del Dr. Arias, motivo por el cual cuando él asumió el poder, sus secuaces en Veraguas nos tenían en una lista de traslados o bajas, por lo cual cuando se dio el golpe de Estado fuimos los primeros en salir a las calles", dice esta carta.
Además, agrega: "nosotros dirigimos las batidas contra los arnulfistas y los comunistas, en enero de 1969".
Walker, que firma la carta, le indica a Torrijos que fueron ellos los que le enviaron a la comandancia los informes de inteligencia que ayudaron a defenestrar a los grupos insurgentes en Coclé y Veraguas ligados a los arnulfistas.
"Mi general Torrijos, yo sé que esta no es la forma usual para conseguir un ascenso, pero tomando en cuenta su promesa durante su última visita a Veraguas, nuestras necesidades y su don de justicia, solicítole concedernos estos ascensos. Si al escribir esta carta he cometido alguna falta, le ruego me perdone. Todo Por la Patria", termina la petición.
Walker y Magallón fueron condenados en 1995 a 15 años de prisión por la desaparición y muerte del sacerdote colombiano Héctor Gallego, hecho ocurrido en Santa Fe, Veraguas, en 1972.
Al momento de la desaparición del religioso colombiano, Walker había sido ascendido a capitán y Magallón a teniente y ambos trabajaban en Veraguas en el área de espionaje, a órdenes de Noriega.
Walker goza actualmente de una medida cautelar, mientras que Magallón fue condenado en ausencia y aún está prófugo de la justicia.
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