Agustín Luna J.En estos tiempos se acelera la necesidad de dar respuesta a la problemática de salud, acumulada a través de decenios. Son muchas las tareas pendientes por resolver, además de las nuevas que surgen como resultado de las necesidades sociales.
En el camino para encontrar estas soluciones debe intervenir toda la población y en donde cada ente colectivo o individual aporte sus experiencias y sus conocimientos impregnados de transparencia y buena voluntad.
En este abanico de posibilidades se enmarca la participación del médico, que debe hacerlo en calidad de conductor de este proceso social de salud pública.
Consideramos pertinente hacer referencias al escrito del 21 de mayo de 2004 titulado "El médico como conductor social":
"A la par de los veloces cambios culturales, los avances científicos y tecnológicos y las complejas estructuras socieconómicas emergentes, el médico ha adquirido y aceptado con responsabilidad nuevos roles, que lo mantienen en un sitial especial de decisiones y de liderazgo en el seno de la sociedad.
Además de mantener la atención a la población y a los pacientes a través de los múltiples programas de salud, y contra las enfermedades, se ve inmerso en esta inestabilidad y explosiva realidad, lo que a través de un proceso reflexivo lo lleva a actuar como moderador de esos impulsos sociales y a encauzarlos, para que, ordenándolos, ayude a obtener los mejores logros posibles. Así, participa activamente en clubes cívicos y gremiales, en promociones culturales, en grupos de producción poética y literaria, en asociaciones históricas y en partidos políticos. De esta forma establece nexos colaterales y policéntricos a través de los cuales se identifica más profundamente con las necesidades y las expresiones de la población; nuestra sufrida población a la cual por juramento y vocación nos dedicamos a atender.
Es en este marco conceptual que le corresponde al médico ser un mediador social, para ayudar a la población a seleccionar sus opciones y conseguir el equilibrio entre el caos y el orden, entre satisfacer sus necesidades básicas y la libertad; es decir, el pilar elemental para mantener su armonía y salud mental, condiciones fundamentales para mantener la paz y la felicidad.
Igualmente con el desarrollo y ejecución de planes e intervenciones específicas en cada área, el médico es el soporte en la prevención y control de los riesgos colectivos como las drogas, la violencia, los accidentes y el consumismo, entre otros.
El producto del cumplimiento de estas tareas, sumadas a las tradicionales, que día a día con calidad realizamos, se verá reflejado en los avances hacia la unidad de la sociedad panameña y hacia una real integración social.
En este día del médico, continuemos aportando esfuerzos, sentimientos y pensamientos, como siempre lo hemos hecho y como siempre lo seguiremos haciendo, en la lucha contra las enfermedades, y en la conservación de ese estado de bienestar físico, mental y social al que llamamos salud".
Hoy, 21 de mayo de 2007, sumamos la necesidad de tener la certeza y la fe en nuestras fuerzas interiores y en nuestros valores internos, productos de la vocación de ser médico, de la preparación académica y científica, la experiencia diaria de atender a ese ser humano, nuestro paciente, que acude a nosotros porque sufre, y el factor humano pleno de verdad y libertad que es el norte del ejercicio profesional.
En este 21 de mayo de 2007, busquemos las respuestas en los valores de ser médico.
Saludos a todos los médicos en su día.
