Bernardino Ramazzini nació el 4 de octubre de 1633 en Capri, Italia. Mientras estudiaba medicina, su interés en las enfermedades que sufrían los trabajadores lo llevó a observarlos en su lugar de trabajo, para analizar cómosus labores afectaba su salud. En 1700, publicó la obra De Morbis Artificum Diatriba (Tratado sobre las enfermedades de los trabajadores). Allí, en cada capítulo, describe una enfermedad asociada a una actividad laboral, seguido de información sobre el lugar de trabajo, remedios y recomendaciones. Hoy es reconocido como “el padre de la medicina del trabajo”.
Actualmente, nuestros lugares de trabajo son mucho más seguros que los del pasado gracias a la curiosidad, investigación, creatividad e innovación de diversos profesionales. La curiosidad genera preguntas: ¿por qué las personas que laboran en esta profesión sufren una determinada enfermedad? A través de la ciencia, los investigadores buscan respuestas: ¿cuáles serán las causas de la enfermedad? ¿Será una mala postura al realizar el trabajo? ¿Será que la ventilación no es adecuada durante la jornada de trabajo? Una vez existen respuestas, las mentes creativas buscan una solución a través de la innovación: un equipo para la protección personal, productos más ergonómicos o equipos que filtren una mayor cantidad de contaminantes.
Hoy contamos con productos especializados para diferentes profesiones. Los guantes utilizados por la industria de la construcción no son los mismos que los empleados para manejar productos químicos. Las sillas de trabajo en las oficinas son ergonómicas, distintas a las de un restaurante. Y existen mascarillas para proteger nuestro sistema respiratorio en las más diversas actividades, desde la gastronomía hasta la cirugía, como muchos han descubierto con la epidemia de Covid-19.
El pasado 28 de abril se celebró el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, establecido para promover la prevención de accidentes y enfermedades laborales en los lugares de trabajo en todo el mundo. Esos riesgos evolucionan con los avances tecnológicos. Y así como en el pasado, la curiosidad, la pasión por la investigación, la creatividad y la innovación de los profesionales de la seguridad y salud ocupacional traerán cambios a la cultura laboral. ¡Gracias por velar por nuestra salud y seguridad!
La autora es toxicóloga y miembro de Ciencia en Panamá
