El conflicto entre indígenas y colonos por la tala de cocobolo, en Darién, dejó en evidencia que existen personas que no están cumpliendo con las normas de extracción de recursos maderables.
Esto llevó a la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) a modificar la Resolución 0260 del 28 de abril de 2011, que permitía el aprovechamiento de esa especie en casos de ejemplares secos, caídos, tocones y raíces de los árboles talados con antelación, así como en las plantaciones forestales, bosques estatales, fincas privadas, comarcas indígenas y tierras colectivas, solo “con fines sostenibles”.
Con la medida, algunas personas estaban abusando de esas excepciones y talaban de manera indiscriminada ese recurso.
En ese sentido, la entidad emitió el 28 de marzo de este año la Resolución 0103 que prohíbe, de una vez por todas, la emisión de permisos para extraer ese tipo de madera.
En tanto, madereros de la provincia de Darién y del distrito de Chepo se reunieron ayer con la administradora general de la Anam, Lucía Chandeck, para tratar el tema de los camiones con madera retenidos por el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront).
Tras el encuentro, Gerardo González, director de Cuencas Hidrográficas y Recursos Forestales de Anam, dijo que han detectado tala ilegal en esa zona, no solo de cocobolo, sino de otras especies.
Hasta el momento han decomisado 400 metros cúbicos de madera ilegal de varias especies, lo que representa 200 mil pies de tabla.
“No es fácil controlar esta situación, porque siempre hay personas que quieren ir por una vía que no debe ser”, advirtió el funcionario.
González no reveló la cifra de permisos otorgados para la extracción de madera en esas zonas, donde la institución cuenta con más de 25 funcionarios para fiscalizar este proceso.
“Estamos tomando las medidas correspondientes y ya hay algunos casos en el Ministerio Público”, destacó, al tiempo que añadió que la norma permite la extracción de otras especies de madera en el país, ya que se trata de una actividad regulada.
Por su parte, Bernardo Ramos, dirigente de la Fundación de Madereros del área este y Darién, manifestó que la actividad de extracción de madera está regulada como cualquier otra labor.
“El cocobolo tiene un buen margen económico para los campesinos de esa zona, pero nosotros estamos siendo reprimidos y no tenemos relación con el conflicto entre los indígenas y campesinos”, argumentó.
Admitió que hay compañeros que no quieren cumplir la norma, pero que no son todos, e informó que les han retenido más de 13 camiones que transportaban madera desde Darién.
Durante el diálogo con las autoridades de la Anam se acordó hacer una gira de inspección y fiscalización por parte de los técnicos de la institución a los diferentes puestos donde se encuentran retenidos los camiones con la madera.
La decisión de la Anam de prohibir la extracción de cocobolo coincide con la petición de la directora ejecutiva de la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (Ancon), Alida Spadafora, de suspender los permisos de subsistencia para la tala de esta especie, hasta tanto se definan los mecanismos de control eficaces que impidan el saqueo de los recursos naturales en el país.
Según Ancon, los permisos de subsistencia no se están empleando para el fin previsto, y en lugar de ello los utilizan para llevar la madera a otros sitios, incluso, fuera del país.
El director del Servicio Nacional de Fronteras, Frank Ábrego, informó ayer que los embarques de madera de los transportistas en Darién fueron confiscados y sus vehículos quedaron aprehendidos por la Fiscalía de Ambiente, con sede en Santa Fe, que ahora tiene la competencia del caso. Los conductores, en cambio, permanecen bajo averiguación.
Ábrego explicó que el problema es que los permisos mostrados por estos transportistas tenían anomalías, la mayoría de estas relacionadas con el sitio de procedencia de la madera, que no coincide.
Dijo, en ese sentido, que la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) no pudo confirmar la procedencia señalada en los permisos, algunos de los cuales, además, tenían vigencia indeterminada, razón por la cual se puso todos los casos a órdenes del Ministerio Público, que ahora tendrá que investigar si hay o no ilícitos detrás de estos hechos.
Anunció que continuarán los operativos de verificación de permisos y advirtió que todo aquel embarque que presente problemas será confiscado y entregado a la fiscalía ambiental.
En tanto, fuentes del Ministerio Público informaron que la fiscal quinta de circuito con competencia en delitos ambientales, Ruth Morcillo, dio inicio a una investigación por supuesto tráfico de madera.
Al mismo tiempo, la personería de Chepo adelanta la investigación por la muerte de dos personas durante los enfrentamientos ocurridos en Chimán el 30 de marzo pasado, debido a la tala de la especie cocobolo.
Por este caso ya declararon los “colonos” y en los próximos días deben hacerlo los indígenas de la etnia wounnan, grupo involucrado en los hechos.
Rafael Luna NogueraElio Núñez
