En la Asamblea Nacional existe otra fórmula para gestionar dinero cuyo uso final es desconocido: es la combinación de donativos con la emisión de contratos por servicios profesionales.
Se han gestionado 68 millones de dólares en diversos contratos por servicios profesionales (de julio de 2014 al 31 de diciembre de 2016).
Al igual que con los donativos, buena parte del dinero de los contratos no llega a su destinatario final.
La Prensa contabilizó más de 17 mil contratos por servicios profesionales, de julio de 2014 al 31 de diciembre de 2016. De esos, este medio rastreó una pequeña muestra que permitió corroborar que unas 150 personas que recibieron donaciones –por un monto global de unos 200 mil dólares– paralelamente firmaron contratos por servicios profesionales que sumaron unos 800 mil dólares–, ofrecidos por funcionarios de la Asamblea que ni fueron solicitados ni trabajados por muchos de los beneficiarios.
Este medio descubrió, por ejemplo, que miembros de una familia recibían donaciones y contratos, pero funcionarios de la Asamblea se quedaban con el dinero.
La Prensa volvió a llamar ayer al presidente del Legislativo, Rubén De León, para entrevistarlo sobre estos temas, pero no respondió.
VEA LA NOTA: Contratos, fraudes legislativos