El Senado de Colombia eligió a Alejandro Linares como magistrado de la Corte Constitucional, el único de los “ternados” que no es constitucionalista, para un cargo que en esta ocasión tiene una responsabilidad histórica, pues es a esa entidad a la que le corresponderá cerrar los acuerdos que se negocian en Cuba si se firma la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, hecho que se daría en 2016.
Analistas habían destacado la importancia de que el electo fuera independiente, debido a que esa sería una garantía de tranquilidad para los colombianos y para que los derechos de todos los actores del proceso fueran respetados.
Sin embargo, Linares era el más político de los integrantes de la terna. Era la cuarta vez que aspiraba al cargo.
Quizá el ejemplo más claro de ello es que durante su presentación en el Senado el martes, donde fueron oídos por los senadores, los tres aspirantes –Linares, Catalina Botero y Magdalena Correa– respondieron a preguntas de los partidos y de tuiteros. Uno de ellos les preguntó sobre los lobbies o visitas que les hacen los particulares a los magistrados a sus despachos para hablar sobre temas que estos tramitan.
Linares, que a su favor tiene ser conciliador en un momento en el que la Corte está fraccionada, dio la respuesta que más indignación generó en la ciudadanía, aunque a juzgar por el resultado, no a la mayoría de los senadores. Dijo que “un tinto no se le niega a nadie. Yo creo que el lobby tiene que ser reglamentado, pero no se puede, bajo ninguna circunstancia, negar la posibilidad de que un magistrado de la Corte se tome un tinto con un ministro que tiene un tema importante en ese Tribunal, o que se reúna con un senador”.
En contraste, la respuesta de Botero –que ayer, menos de un minuto después del anuncio del triunfo de Linares lo felicitó por Twitter– fue categórica: “El lobby afecta las garantías fundamentales para una recta administración de justicia, impide que la gente pueda tener certeza sobre cuáles fueron las razones por las cuales un juez tomó una determinada decisión. Claro que hay que reglamentarlo”.
En tanto, Correa contestó que el lobby era necesario en el Congreso, pero “jamás” en el escenario judicial.
MÁS DEL GANADOR
Linares es abogado de la universidad Externado de Colombia con especialización en finanzas de la Universidad de los Andes.
Ha sido vicepresidente jurídico de Ecopetrol, viceministro de Agricultura en 1992, ministro plenipotenciario de la embajada de Colombia en París, jefe de la División Especial de Inversiones Extranjeras del Departamento Nacional de Planeación, negociador para el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, jefe de Legal del Ministerio de Hacienda, docente y abogado en los bufetes estadounidenses Sidley & Austin y Holland & Knight.
Linares reemplaza a Mauricio González (a quien se le vence el período), quien era llamado el voto swing, porque es quien generalmente inclinaba la balanza en estos temas. Él es liberal, así que llega a reforzar el ala progresista de la Corte.
Una de las primeras votaciones en las que estará será la adopción por parte de parejas homosexuales.

