Hungría cerró ayer la principal estación de trenes de Budapest a cientos de inmigrantes rumbo a Europa occidental, en el mayor movimiento migratorio desde la II Guerra Mundial que ya ha provocado récords de llegada en Austria y Alemania.
Más de 350 mil personas arriesgaron su vida desde comienzos de año cruzando el Mediterráneo, y 2 mil 643 fallecieron en el intento de llegar por mar a Europa, reveló ayer la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), dando una idea de la amplitud del fenómeno.
En Budapest, las autoridades evacuaron la estación internacional de Keleti después de que unos 500 migrantes, quienes en su mayoría huyen de los conflictos en Siria, Irak y Afganistán, trataran de tomar un tren hacia Viena.
La estación abrió más tarde, pero solo para los no migrantes.
