El nombre de Panamá se repite con insistencia en las noticias de los principales medios de comunicación de España durante los últimos días. ¿La razón?: al menos una fundación constituida en el país habría servido para “lavar” millones de euros al conocido Clan Pujol.
Liderado por el expresidente de Cataluña, entre 1980 y 2003, Jordi Pujol i Soley, e integrado por su esposa y siete hijos, este grupo es investigado desde 2012 por su supuesta vinculación con diferentes hechos de corrupción, cuyas millonarias ganancias habrían ido a parar a cuentas en países de Latinoamérica y el Caribe, incluyendo Panamá.
El sitio web Ok Diario informó el 31 de octubre pasado que el mayor de los hijos varones del expresidente, Jordi Pujol Ferrusola, desvió a Panamá desde cuentas cifradas en el principado de Andorra, entre 2012 y 2014, por lo menos 2 mil 400 millones de euros ($2,647.4 millones).
El dinero –supuestamente derivado del cobro de sobornos y comisiones ilegales en 35 años– fue depositado en la Fundación Kopeland, siempre según el portal digital.
Ok Diario precisó que esta información llegó a la justicia española de forma extraoficial, por lo que ahora las autoridades deben “cursar la correspondiente comisión rogatoria –a la Audiencia Nacional–, para confirmarla oficialmente”.
De acuerdo con el diario La Razón, Pujol Ferrusola también desvió unos 900 millones de euros ($992.7 millones) a Belice, mientras que su hermano menor, Oleguer, envió 2.8 millones de euros ($3 millones) a Curazao y 1.8 millones de euros ($1.9 millones) a Bahamas.
Las autoridades españolas sospechan que, pese a estar investigado, Pujol Ferrusola logró traspasar estas sumas de dinero a “paraísos fiscales” gracias a filtraciones de información en un litigio que mantiene su familia con el Andbank de Andorra y que habrían demorado los procesos al menos un año.
También se cree que el mayor de los varones del clan “anduvo a sus anchas”, porque en aquel momento el juzgado que investigaba a su familia no le impuso a él ninguna medida cautelar.
LA FUNDACIÓN
De acuerdo con las investigaciones de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional, Kopeland era una fundación de interés privado abierta en febrero de 2011 con un capital social de 10 mil dólares, y adquirida por Pujol Ferrusola en 2012.
El fundador de Kopeland fue Global Services Advisory Limited, una sociedad de negocios basada en Belice y que, a su vez, creó el bufete que le vendió la fundación a Pujol Ferrusola.
Kopeland estuvo activa hasta el 8 de agosto de 2014, dos semanas después de que el líder del clan admitió, tras dos años de investigaciones, que tenía cuentas en Suiza, donde guardaba el dinero de una herencia paterna.
Esta confesión dio origen a una serie de denuncias penales en su contra y que, a su vez, marcaron la apertura de una investigación en el Juzgado 31 de Barcelona por la supuesta comisión de los delitos de cohecho, tráfico de influencias, delito fiscal, blanqueo de capitales, prevaricación, malversación y falsedad, en la que se ha implicado a la mayoría de los miembros del clan.
Y es que, según la UDEF, la familia Pujol actuaba como un grupo organizado desde hace décadas, que cobraba comisiones aprovechando su influencia política y posteriormente se repartía las ganancias entre los distintos miembros de la familia. El negocio se completaba con actividades para blanquear ese dinero.
