El ministro de Obras Públicas, Ramón Arosemena, anunció ayer que inspeccionarán todas las tuberías galvanizadas de desagüe (alcantarillas) que se encuentran debajo de la carretera Panamericana, en el tramo conocido como ensanche Panamá (puente de las Américas -Arraiján).
Explicó que revisarán las tuberías porque, según le informaron, datan de la década de 1940. Además, porque en la alcantarilla reparada tras el hundimiento que afectó la semana pasada un tramo de la vía, en Loma Cová, con dirección a la ciudad de Panamá, se halló una nevera que obstruía la circulación del agua.
El daño obligó a cerrar durante el fin de semana los cuatro paños de la carretera para hacer la reparación, lo que aumentó el tráfico por el puente Centenario y el tiempo de permanencia en la vía.
El ministro informó que los trabajos de reemplazo de la tubería, así como de relleno y vaciado del concreto, concluyeron el pasado sábado a las 8:30 p.m., y que ayer trabajaron en la instalación de la barrera de concreto que divide los paños, así como en la limpieza del área.
El presidente de la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA), Gustavo Bernal, manifestó que el daño es consecuencia de la falta de mantenimiento de la infraestructura vial.
Añadió que un grupo de profesionales de la SPIA se acercó al lugar para asegurarse de que los trabajos que se estaban efectuando fueran los correctos. Sin embargo, señaló que, como profesionales, les queda el descontento de saber que con una intervención oportuna se pudo haber evitado un problema que, a la postre, costará más dinero, y que afectó a miles de usuarios.
Argumentó que, con una buena planificación, el costo de mantenimiento no superaría los 100 mil dólares.
Al conocer el daño en el sector de Loma Cová, la directora de Gestión Ambiental del Municipio de Arraiján, Livia Herrera, dijo que es una consecuencia directa de la tala del bosque, porque aumentó el caudal de agua en la zona.
Advirtió de que en la vía hay otros puntos en los que se puede producir igual situación.
