Las autoridades de Irak anunciarán en forma “inminente” la victoria final en la batalla para recuperar Mosul de manos del grupo yihadista Estado Islámico (EI), dijo ayer a la AFP el brigadier general Robert Sofge, basado en Bagdad.
“Un anuncio es inminente”, dijo el alto oficial estadounidense. “No quiero especular (...) creo que será muy pronto”, agregó.
Los yihadistas que quedan en Mosul están luchando a muerte en una pequeña área de apenas dos cuadras de la ciudad vieja sobre el río Tigris, dijo Sofge, y quienes permanecen allí están “desesperados”.
Algunos tratan de mezclarse con los civiles y huyen afeitándose la barba y cambiando sus ropas, otros se hacen los muertos y hacen detonar sus chalecos explosivos cuando se acercan las fuerzas iraquíes. Algunas mujeres miembros del EI se han autoinmolado, haciendo estallar explosivos en medio de civiles desplazados.
“Están haciendo todo el daño que pueden en sus últimas horas”, dijo Sofge. La batalla por Mosul comenzó el 16 de octubre de 2016 y se ha vuelto cada vez más dura a medida que las fuerzas iraquíes apoyadas por Estados Unidos (EU) se acercaban al centro de la ciudad.
Para desacelerar el avance hacia sus últimos bastiones, el EI colocó trampas y bombas en prácticamente todas las estructuras que ocuparon. “El enemigo ha colocado explosivos por todos lados, en cada lugar, en cada clóset, incluso uno debajo de una cuna”, aseguró Sofge.
Una victoria final en Mosul marcaría un hito histórico para las fuerzas de seguridad iraquíes, que sucumbieron ante una violenta arremetida del EI en 2014.
“Merecen celebrar, merecen tener el mayor orgullo y sentimiento de misión cumplida que una fuerza militar puede alcanzar”, afirmó Sofge, ofreciendo “felicitaciones adelantadas por una gran batalla”.

“Esta lucha en Mosul no tiene nada que ver con lo que una fuerza militar haya hecho en las últimas décadas. Tendríamos que remontarnos hasta la Segunda Guerra Mundial para encontrar algo que se le parezca”.
Decenas de soldados celebraban cerca del río Tigris, informó un corresponsal de Reuters, pero el ánimo era menos festivo entre algunos de los residentes de Mosul que fueron desplazados por meses de combates.
“Si no hay reconstrucción y la gente no vuelve a sus casas y recupera sus cosas, ¿cuál es el sentido de la liberación?”, dijo a Reuters Mohammed Haji Ahmed, un comerciante en el campamento Hassan Sham, al este de Mosul.
Meses de enfrentamientos han desplazado a unas 900 mil personas, la mitad de la población antes de la guerra. Un portavoz militar declaró que las líneas de defensa de los insurgentes estaban colapsando y que era “cosa de horas” tomar el control de la ciudad, según declaraciones recogidas por la televisión.
Sin embargo, Amaq, la agencia de prensa vinculada con Estado Islámico, informó “violentos enfrentamientos” en el distrito de Maydan y dijo que los combatientes “estaban aferrados a sus posiciones fortificadas” y que prometieron pelear hasta la muerte en la zona.
Una coalición internacional liderada por Estados Unidos está apoyando en el aire y en tierra la campaña de ocho meses para recuperar Mosul, capturada por Estado Islámico en 2014.
Hace una semana, el primer ministro iraquí declaró el final del “estado de falsedad” de Estado Islámico, luego que fuerzas de seguridad tomaran la Gran Mezquita de al Nuri, aunque eso ocurrió luego que los militantes la volaran. Un portavoz militar declaró que las líneas de defensa de los insurgentes estaban colapsando, según declaraciones recogidas por la televisión.
La televisión estatal informó que decenas de militantes murieron ayer, otros trataban de escapar por el Tigris y algunos se hacían pasar por extranjeros.

