Hasta el momento, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aparenta estar más fuerte, más verde que nunca. La presión internacional no ha logrado amilanar su estatura de autócrata, y ahora recurre a su álter ego, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
Al mandatario del espeso bozo de brocha y al turco lampiño los une su permanente cuestionamiento del “imperialismo” estadounidense.
Ayer, ni corto ni perezoso, un apenas sonriente Erdogan le extendió su apoyo a Maduro para enfrentar las sanciones de Estados Unidos (EU), además del caos y la miseria en la que ha sumido a Venezuela.
“Se está sometiendo a Venezuela, y Turquía está al lado de Venezuela en esto”, manifestó el dictador turco durante un foro de negocios en Caracas, en clara alusión a Washington.
Estados Unidos ha impuesto sanciones a Venezuela desde 2015, y la Unión Europea ha hecho lo propio.
Las medidas arreciaron a fines del año pasado con la prohibición a los ciudadanos y empresas estadounidenses de negociar nueva deuda con Venezuela y su petrolera Pdvsa, lo que cierra las puertas al financiamiento internacional y dificulta las operaciones de comercio exterior..
“Venezuela y Turquía tienen el mismo enemigo, Estados Unidos, que ataca a todo el mundo”, no dudó en afirmar Hayri Kucukyavuz, director de la oficina que el Gobierno turco abrió este año para fomentar los negocios de las empresas de su país en Venezuela.

Sebastián Piñera
Presidente de Chile.
Erdogan aseguró que Turquía cubrirá las necesidades de Venezuela, pues “tenemos esa fuerza... esa oportunidad”.
Las relaciones entre Venezuela y Turquía se estrecharon en los últimos años, especialmente a medida que Estados Unidos incrementó la presión sobre Maduro con sanciones financieras e individuales contra él y varios miembros del gobierno.
Maduro profesa gran admiración por Erdogan, sobre todo por la mano de hierro que aplicó tras la intentona golpista del 15 de julio de 2016.
La crisis en que está sumido el país petrolero ha obligado a unos 2.3 millones de sus nacionales a emigrar desde 2015, lo que según la Organización de Naciones Unidas constituye el movimiento de población más grande de la historia reciente de América Latina.
“Venezuela es un país donde no hay democracia, separación de poderes, libertad de expresión, hay presos políticos, y hay una crisis económica brutal producto de la incompetencia”, comentó por su parte el presidente chileno Sebastián Piñera.
Financiar el terrorismo
La Administración de Trump probablemente decidirá el próximo mes si incluye a Venezuela en una lista estadounidense de países que financian el terrorismo, y cree que tiene la justificación legal para hacerlo, según un alto cargo de gobierno.
La decisión podría tomarse para el 10 de enero, día en que expira el actual mandato de seis años del presidente Nicolás Maduro, dijo.
El gobierno aún está considerando si procede, aunque tiene otras opciones disponibles para condenar el régimen de Maduro, según el cargo, quien habló bajo condición de anonimato.
El Washington Post informó el mes pasado que el gobierno de Trump se estaba preparando para incluir a Venezuela en la lista de Estados que financian el terrorismo, la cual incluye actualmente a cuatro naciones: Irán, Corea del Norte, Sudán y Siria.
El apoyo de Venezuela a los rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y otros grupos terroristas de Colombia es claro y justificaría la designación, dijo el cargo.
La fecha del 10 de enero es significativa porque después de ella, según Estados Unidos, Maduro dejará de ser el líder legítimamente elegido del país.
El mandatario venezolano fue elegido para un mandato de seis años a principios de 2013. Posteriormente, ganó una elección en mayo que fue considerada fraudulenta por muchos.
(Con información de BBC News Mundo, diario venezolano El Nacional, Bloomberg, Reuters, AP y AFP)

