Sara Netanyahu, la esposa del primer ministro israelí, fue declarada ayer culpable de malversación de fondos públicos para pagar comidas, en virtud de un acuerdo por el que aceptó su culpabilidad a cambio de cargos menores.
La esposa del jefe de Gobierno, Benjamin Netanyahu, fue encausada por fraude y abuso de confianza en junio de 2018, por presentar gastos de comidas por valor de 100 mil dólares (unos 85 mil euros) a cargo de los contribuyentes, afirmando falsamente que no había cocinero en la residencia oficial del primer ministro.
Su juicio se inició en octubre de 2018.
Sara Netanyahu cerró un acuerdo con la fiscalía y admitió haber gastado indebidamente 175 mil séqueles (unos $48 mil 582, al cambio actual). Aceptó devolver al Estado 45 mil séqueles ($12 mil 493) y pagar una multa de 10 mil ($2 mil 776).
En contrapartida, los cargos de fraude contra el Estado, que podrían acarrearle una dura pena, han sido reemplazados por otro más leve, de haberse aprovechado del error cometido por una tercera persona, según el acuerdo aprobado por el juez de la corte de magistrados de Jerusalén, Avital Chen. “El acuerdo alcanzado entre las partes es digno y refleja apropiadamente los hechos y su severidad a nivel penal”, indicó Chen en su fallo. “Como en todo acuerdo de reconocimiento de culpabilidad, cada parte debe hacer concesiones, a veces concesiones difíciles”, señaló por su lado el fiscal, Erez Padam, y agregó que “es una cuestión de interés público cerrar este tema”.
