La Federación Panameña de Baloncesto (Fepaba), la segunda que más subsidios recibió del Instituto Panameño de Deportes (Pandeportes) –con $5 millones–, gestionados con apoyo del diputado oficialista Adolfo Valderrama, trianguló dineros para una liga sin personería jurídica y contrató a los mismos proveedores polémicos del béisbol.
Los beneficiarios de los implementos citados en los cheques negaron haberlos recibido. Pandeportes otorgó fondos a la Fepaba para la Liga Profesional de Baloncesto, vinculada a Valderrama, aunque él lo niega. La Fepaba y Pandeportes no entregaron a La Prensa los informes de los pagos.
Fepaba: transparencia en promesas
Cientos de miles en artículos deportivos sin actas de entrega; fondos sin respaldo e, incluso, triangulación de dinero para una liga profesional ilegal, vinculada al diputado panameñista Adolfo Beby Valderrama, son parte de los hallazgos de los subsidios entregados por el Instituto Panameño de Deportes (Pandeportes) a la Federación Panameña de Baloncesto (Fepaba). Aunque sobraron promesas de la Fepaba de rendir cuentas, estas no se materializaron, pese a las peticiones de documentos hechas por La Prensa que sustentaran el uso de los fondos públicos.
Esta federación fue la segunda que más subsidios recibió de Pandeportes, antecedida por la de béisbol.
Según los cheques refrendados por la Contraloría, de julio 2014 a mayo 2017, recibió $2.3 millones, pero Jair Peralta –su presidente– aclaró que fueron más de $5 millones gestionados con “ayuda” de Valderrama.
Información oculta
La falta de comprobantes del uso de cientos de miles de dólares parece no haber llamado la atención de Pandeportes ni tampoco las peticiones de información de este medio, a pesar de la promesa –formulada en un comunicado el pasado 1 de noviembre– de su director, Mario Pérez: “Brindaremos toda la colaboración para que se realicen las investigaciones sobre este caso...”, luego de que La Prensa publicó la serie “Las partidas circuitales del deporte”.
Este diario le solicitó a Pérez copia de los informes económicos de los cheques 54994, de $137 mil 775, para la “compra de implementos deportivos para las diferentes ligas a nivel nacional”, y del cheque 55393, de $80 mil –de 2016–, “para implementos deportivos para el desarrollo de San Miguelito”.
No obstante, ignoró la petición. Incluso se excedió, con creces, los 30 días que ordena la Ley de Transparencia para responder. Tampoco respondió una decena de correos y mensajes dejados con su jefe de prensa.
Estos informes, junto a los de los cheques 54756 y 54859 –ambos de $50 mil cada uno, para implementos en Darién y Veraguas– fueron solicitados por este diario a Peralta, pero tampoco los entregó.“Mi secretario y tesorero ya están informados desde que lo solicitó [...] y le recordé cuando vi su mensaje hoy”, escribió Peralta, por chat, un día antes de la entrevista.
Sin embargo, él y Juan Carlos Arjona, secretario ejecutivo de la Fepaba, indicaron no contar con lo solicitado, pero que lo pedirían a Pandeportes para entregarlo el 7 de diciembre pasado.
“Estamos aquí para colaborarle, tal y como le dije en [el programa] Debate Abierto. Si usted necesita un informe económico, tenga la plena seguridad de que vamos a escribir una carta [a Pandeportes]. Vamos a solicitarlo, no hay nada que esconder”, garantizó Peralta.
La cita con Peralta, Arjona y el directivo Ulrich Ronner se inició con un Peralta a la defensiva, que luego pasó a las lágrimas cuando se refirió a la falta de fondos actuales.
Pasado el 7 de diciembre, este diario los contactó para reiterar la solicitud. Silencio total.
Polémico proveedor
“Fueron bastantes”, fue la respuesta a la pregunta ¿cuántos artículos deportivos entregaron? Ni Peralta ni Arjona ni Ronner recordaban la cifra con precisión. Dicen que unos 2 mil balones en todo el país en los últimos cuatro años. Mostraron fotos de supuestos presidentes de ligas o encargados recibiendo balones (de cuyos nombres tampoco se acordaban); y dos hojas de constancia de dos de los informes entregados a Pandeportes.
La constancia del cheque de San Miguelito indicaba el pago de tres facturas de Dutary Sport, comercio que vendió cientos de miles de dólares en implementos para el béisbol que nadie vio. (Lea El polémico historial de proveedores deportivos).
Este comercio es investigado por una posible lesión contra el Estado que asciende a $1.6 millones, relacionado a ventas a las juntas comunales en el gobierno pasado.
¿‘Nada que esconder’?
Dirigentes y entrenadores de San Miguelito se sorprendieron al ver copia de los supuestos pagos en artículos deportivos que les mostramos, obtenida del sitio web de Contraloría. No recibieron ni la décima parte si los $80 mil del cheque se hubiesen dividido a partes iguales entre los nueve corregimientos del distrito.
“[Los implementos comprados por ese monto] creo que se lo entregamos al presidente de la liga provincial de Panamá, Alberto Duque”, contestó Peralta. Ronner añadió que, fueron “balones, bolas, nets [redes], uniformes, bastantes artículos para la práctica de baloncesto, tablero de fibra de vidrio”.
Este medio recorrió las canchas de baloncesto más concurridas de San Miguelito en sus principales siete corregimientos. Sus residentes nos refirieron a sus entrenadores –que trabajan sin recibir emolumentos– (en prensa.com, videos con todos los testimonios).
La gira incluyó el gimnasio Orlando Winter, en Paraíso; las canchas de El Valle de Los Lagartos, Monte Oscuro, Gelabert, San José (esta última, la única donde se juega a diario), Automotor, Mano de Piedra, El Poderoso, El Hueco, en Veranillo, y Don Bosco, en Samaria; todas en estado deplorable.
En la de Gelabert, Germaine Chanis dirige hace más de cinco años a 15 jugadores. Para transmitir los conocimientos de su entrenador en la Liga Profesional de Baloncesto adquiere implementos con colectas. “Me siento espantado con esa noticia. Aquí no hemos recibido nada en los últimos tres años”, dijo.
Donde nació el baloncesto en San Miguelito, hace más de 25 años, en la cancha de Don Bosco –construida desde sus inicios por los residentes con desechos de carros, tableros de madera, rines de bicicleta, que se inunda de aguas negras– tampoco se vio un solo balón, contó Rolando Kuko Fonseca.
La misma respuesta dio el conocido entrenador Jorge Rangel, oriundo del corregimiento de Amelia Denis de Icaza, quien entrena en el gimnasio Orlando Winter, donde no había “ni una malla de baloncesto; tengo que hacer vaca [colecta] para una pelota”.
Relató que un organismo cívico, con $18 mil anuales, ejecutó un programa con uniformes e implementos para todo el distrito, por lo que con $80 mil, el trabajo tendría que notarse. Ninguno de los entrenadores conocía –ni de nombre– al presidente distrital de la Fepaba.
Según el directorio de organizaciones reconocidas por Pandeportes, en San Miguelito no hay ligas de baloncesto. La Fepaba explicó que la del corregimiento Victoriano Lorenzo asciende a distrital, precisamente, donde La Prensa conversó con su entrenador principal, Mario Ramírez. Todos negaron recibir beneficio alguno.
El presidente de la liga provincial de Panamá, Alberto Duque –quien labora para el diputado Luis Eduardo Quirós en la Asamblea– indicó que desconocía la existencia del cheque y de una compra como tal. “A nosotros, la Fepaba nos comunicó: ‘tenemos uniformes para que apoyen a sus respectivas ligas’. Nunca se nos dijo en San Miguelito como tal”.
Añadió que la Fepaba no le dio detalle de lo que le entregó y lo repartieron en San Miguelito, Chepo, Bethania y otras. Prometió facilitar un informe de lo entregado y a quiénes, pero no lo hizo.
Provincias
Con la excusa de fomentar ligas nacionales, hubo duplicidad de pagos en el interior del país. Y aun así, la realidad es incompatible con los papeles. Con el cheque 54994, de $137 mil 775 –de abril de 2016– se comprarían implementos para ligas en nueve provincias. Tres meses después se tramitó el cheque de $80 mil para San Miguelito (Panamá) y cinco meses antes se emitieron dos pagos de $50 mil para Darién y Veraguas.
Pese a ello, Omar Sánchez, presidente de la liga provincial de Veraguas, definió como “difícil” desarrollar la liga, precisamente por factores económicos. Se juega en Soná, pero desconocía la existencia de ligas en Las Palmas y La Mesa, donde se destinaron artículos deportivos, según el cheque 54859.
¿Cuántos artículos recibió? Su respuesta fue similar a la de los dirigentes de la Fepaba: “Muchos balones, no podría decirle con exactitud”.
Al menos en tres ocasiones, Peralta, abordado por el tema de la entrega de los implementos, ha reclamado que este medio “ha llamado a casi todos los presidentes provinciales y a varias personas involucradas en el baloncesto”.
En el interior del país “no se juega baloncesto, salvo en Chiriquí y Colón. Las ligas provinciales solo se utilizan en periodo eleccionario”, es decir, “existen en papel”, relató el presidente de la Asociación Panameña de Entrenadores de Baloncesto y otrora miembro del equipo nacional mayor de baloncesto: Vicente El Gallo Duncan. “¡Wao, esto da ganas de llorar! Son cantidades muy altas y las actividades no se están haciendo”, exclamó al ver la copia de los pagos.
Las ligas provinciales recibieron 50 balones y 6 juegos de uniformes (para 12 jugadores) y todos los presidentes los retiraron en Panamá, donde les tomaron fotos, recordó Eduardo Leottau, expresidente de la provincial de Colón. Según Arjona, de la Fepaba, “a todos se les dio por igual”. Este detalle implicaría un gasto menor a los $30 mil, suma muy inferior a los $137 mil del cheque.
Supply & Sports Inc. proveyó los balones, la misma empresa a la que las ligas de béisbol de Colón y Los Santos le compraron implementos, cuya entrega nadie recuerda, y cuya presidenta fue investigada por presunta lesión patrimonial contra el Estado, a través del Programa de Ayuda Nacional. “No teníamos la menor idea de ese problema legal que tenían”, dijo Peralta.
En noviembre pasado, el entrenador Duncan fue a Veraguas a dar clínicas de baloncesto, y no encontró nada. “Con ese monto [$50 mil] todavía tendrían que tener bastantes implementos. Era como para tres provincias”, porque el básquet no requiere de gran inversión, explicó. Sus colegas le dijeron que “en La Mesa y Las Palmas no hacen baloncesto. Si ni siquiera hay ligas, ¿cómo le vas a dar uniformes?¡Esto me da una cosa en el estómago!”, expresó con pesar.
También se emitió un pago de implementos para comunidades de Darién: el cheque 54756, de noviembre de 2015, de $50 mil, “para implementos y arreglo de canchas para Sambú y Chepigana”. Pero, por el contrario, imágenes de los atletas darienitas se hicieron virales en redes sociales el año pasado, cuando el equipo femenino Sub-15 acudió a los juegos juveniles en la capital sin zapatillas y el equipo rival les prestó las suyas para jugar.
Antonio Aguilar, su entrenador, se queja del nulo apoyo. Entre 2016 y 2018 recibió de la Fepaba “tres balones, y ha sido peleándolos”. Contó que solo se practica baloncesto en Yaviza –en una deteriorada cancha a la que se le introduce el agua de lluvia– y en Sambú (área comarcal).
“A nivel de Darién no se ve una liga recreativa ni que fomente el deporte”, y en Chepigana no hay ligas. Según Peralta, “la liga en realidad es de La Palma”, por lo que el pago incluyó hasta la reparación de la cancha, dijo.
El presidente de la liga emberá (que incluye Sambú), Javier Valdespino, pese al monto del cheque 54756 (ver facsímil3), negó recibir un solo balón. “Cada quien costea sus propios implementos”, subrayó.
Peralta afirmó que él mismo viajó a La Palma y le entregó los implementos a Gabriel Maxwell, presidente provincial de Darién. Se intentó conocer la versión de Maxwell, pero no respondió las llamadas ni mensajes.
Fepaba y los fondos para liga de Beby Valderrama
La Federación Panameña de Baloncesto (Fepaba) ha solicitado fondos para la Liga Profesional de Baloncesto (LPB), una liga espuria, dado que carece de la personería jurídica que le exige la ley, y que, además, incumple con los requisitos para autodenominarse profesional. Pero el Instituto Panameño de Deportes (Pandeportes) no escatima para darle fondos.
Esta liga nació junto a una sociedad anónima llamada de la misma forma: Liga Profesional de Baloncesto S.A., cuyo presidente es el diputado oficialista, Adolfo Beby Valderrama, según el Registro Público.
Valderrama negó que esta sociedad tuviera cuentas bancarias o recibiera fondos, pues alega que todo se ha canalizado a través de la Fepaba. El diputado prometió facilitar evidencias de ello. Sin embargo, la sociedad se mantiene activa, pese a que no tiene ningún uso, aseguró el político oficialista.
Triangulación de fondos
En septiembre pasado, Jair Peralta, presidente de Fepaba, solicitó en el Consejo de Pandeportes $350 mil para la LPB. Así lo conoció La Prensa por el acta de la reunión. El tema ni estaba en agenda ni se presentó un plan de trabajo. No obstante, se aprobó la suma, en ausencia de representantes del sector cívico y empresarial. El pago está en subsanación en Contraloría, aunque el diputado dice que fue rechazado.
“La LPB está bajo el paraguas de la federación [...]. Al llegar [la actual directiva] a la federación, hablamos de la posibilidad de hacer la liga. Se nos acercó el diputado Valderrama y se le ofreció para que él fuera el presidente de la liga [...]. Es todo un éxito”, dijo Peralta.
El papel de Valderrama en el baloncesto incluye “gestionar” fondos, aseguró Peralta. Pero, tras la investigación periodística, prefiere expresarlo diferente: “No me gusta usar esa palabra, porque gestionar se presta para decir que hay que darle algo aparte de lo que nos está gestionando. Más bien, yo siento que nos ayudó a que el baloncesto crezca”. Así, la Fepaba pasó de recibir de Pandeportes unos $300 mil en el quinquenio pasado –según la web de Contraloría– a $5 millones en la actual administración.
Valderrama admitió que para gestionar los fondos llamaba al entonces director de Pandeportes, Roberto Bob Arango. “Yo, simplemente le decía: viene este torneo buenísimo para el país. ¿Por qué no le das la plata para que lo haga? No tenía ningún tipo de participación activa en cómo se usaban los fondos ni cómo se iban a distribuir”. Empero, aseguró que la Fepaba es “transparente”.
A pesar de que la LPB está presidida por Valderrama, Peralta asegura que su turno fue entre 2015-2016. El actual, de 2017-2018, es de Emilio Guinard, quien no figura en el Registro Público.
La sociedad no funciona, “no tiene nada, no tiene cuenta. Esa sociedad anónima no sirve para nosotros”, aseguró Juan Carlos Arjona, secretario ejecutivo de Fepaba. Explican que solo es un nombre comercial, que según expertos en el tema, es publicidad engañosa, pues no cumple con los requisitos para llamarse profesional, aunque dirigentes de equipos saben de la operación y existencia de la liga.
“Es una triangulación –dijo– entre el patrocinador, la Fepaba y el equipo. El propietario le hace un cheque a la Fepaba; Fepaba le hace un cheque al equipo [...] y se poncha [se sella] para cuando vayan a hacer los estados financieros”, dijo el directivo de Fepaba, Ulrich Ronner.
Guinard detalló que la Fepaba tiene dos cuentas bancarias, una de estas es de los fondos de la liga porque no tiene personería jurídica.