Dos resoluciones opuestas sobre Siria, una impulsada por occidente y otra por Rusia, fracasaron ayer en el Consejo de Seguridad de la ONU, al buscar una tregua para la sitiada ciudad de Alepo, al tiempo que se profundizaron las divisiones entre las potencias.
Rusia vetó una resolución elaborada por Francia en la que se exigía un cese inmediato a los bombardeos que efectúan el Gobierno sirio y Rusia contra los distritos de Alepo en poder de los rebeldes. La propuesta rusa no mencionaba un alto a los bombardeos y fue rechazada porque no obtuvo el mínimo de 9 votos para someterla a la aprobación del Consejo, de 15 miembros.
El embajador de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, quien preside el Consejo, dijo que los miembros protagonizaron “uno de los espectáculos más extraños”, porque se reunieron a sabiendas de que no se aprobaría ninguna resolución.