La jueza de cumplimiento de Chiriquí, Katherine Pittí, prorrogó por un año la medida de arresto domiciliario al exdictador Manuel Antonio Noriega, tomando en cuenta para ello la condición crítica de su salud.
La decisión fue adoptada ayer en una audiencia de revisión de la medida concedida a Noriega en enero pasado, como parte del proceso en el que se le condenó a 20 años de prisión por el homicidio del médico Hugo Spadafora Franco, ocurrido en septiembre de 1985.
La jueza explicó que tomó la decisión con base en los informes médicos y de medicatura forense que leyó.
Además, precisó que hizo una visita a Noriega, quien permanece hospitalizado en el Hospital Santo Tomás desde marzo pasado, tras ser sometido a una cirugía para la extracción de un tumor cerebral.
De acuerdo con la jueza Pittí, el estado de salud del exdictador es “grave”.
En su dictamen, la jueza también dispuso que cada mes se le deben entregar informes médicos sobre el estado de salud de Noriega para conocer la evolución de su condición clínica.
También pidió incrementar la seguridad y prohibió el ingreso a la sala donde está hospitalizado con celulares y otros aparatos tecnológicos.
La jueza negó una petición de Ezra Ángel, abogado de Noriega, para que el arresto domiciliario fuera de manera permanente.
No obstante, Ángel dijo estar de acuerdo con las medidas dictadas por la jueza. En la audiencia estuvo presente Sandra Noriega, hija del exdictador.