Abimael Guzmán, fundador del grupo maoísta peruano Sendero Luminoso, reapareció ayer durante el juicio que se le sigue por un atentado en Lima en 1992 y reclamó ser visto por un médico que verifique su salud, que asegura está deteriorada.
“Hace un mes que estoy enfermo, no puedo comer, mi ropa me queda holgada. ¿Quién me atiende?”, preguntó Guzmán a los magistrados de la Sala Penal Nacional, en la base naval del Callao (oeste de Lima), cuartel donde cumple actualmente cadena perpetua por crímenes contra los derechos humanos y terrorismo. “He venido simplemente para decirle a la sala por qué no he venido antes. Cuando va un médico [a verlo a su celda] me pregunta: ‘¿qué tiene?’. Cumple con ir, pero no hace lo que le corresponde”, contó el líder senderista de 82 años, capturado en 1992.
El juicio se aplazó el mismo día que comenzó, el 14 de febrero, porque Guzmán no compareció al sufrir un cuadro diarreico agudo. Guzmán apareció decaído, con amplia barba y cabello canoso, vistiendo camisa azul y pantalón gris.

