El excapitán del ejército Byron Lima, asesino del obispo guatemalteco Juan José Gerardi, murió tras una riña en la cárcel de rehabilitación Pavón, confirmó el bombero Julio Sánchez ayer. Sánchez, quien ingresó a la escena del crimen en la prisión, dijo que en total se han contabilizado 13 cadáveres. “Hay uno calcinado, dos más decapitados y varios con heridas de bala”, dijo a The Associated Press.
El director del Sistema Penitenciario, Luis Carlos de León Zea, había dicho previamente que la riña había dejado como saldo al menos cinco reos muertos, pero que aún no se había logrado ingresar a todas las áreas de la prisión y que ese número podría crecer.
Lima fue condenado en 2001 a 30 años de prisión por el asesinato del obispo, cometido en 1998, pero la pena fue reducida luego a 20 años.
Gerardi murió por heridas contusas en la cabeza dos días después de haber presentado un informe de la Oficina del Arzobispado sobre la verdad histórica de la guerra civil en Guatemala (1960-1996), que puso al descubierto los excesos del ejército.
Lima, de 46 años, era considerado el hombre con más poder dentro de las prisiones del país.
Los bomberos trasladaron a varias personas heridas a los hospitales. A las afueras de la prisión, cientos de policías estaban a la espera de ingresar para retomar el control.
