El Instituto Panameño de Derecho y Nuevas Tecnologías (Ipandetec) llevó a cabo, en conjunto con usuarios digitales, un monitoreo para registrar la cantidad de agresiones recibidas por 25 candidatas a puestos de elección popular para las elecciones del pasado 5 de mayo.
Para efectuarlo, se analizaron los mensajes que recibieron las hoy excandidatas en Twitter durante los dos meses de campaña.
Los tuits se recopilaron utilizando una plataforma que detecta entre los mensajes enviados palabras claves previamente asignadas, entre ellas “gordibuena”, “hormonal” y “vieja”.
Los mensajes recopilados por la herramienta fueron revisados para determinar si se trataba de agresiones directas contra las políticas.
El primer monitoreo, efectuado del 5 de marzo al 5 de abril, arrojó como resultado 60 agresiones directas de 520 mensajes, o sea, el 11.5%.
El segundo estudio, que se efectuó del 6 de abril hasta el día de las elecciones, determinó que 55 publicaciones de 598 eran agresiones (9.2%).
En total, de mil 118 tuits dirigidos a las excandidatas, 115 eran ataques relacionados con su género (10.3%).
Entre los ataques que recibieron las políticas, 57.4% se refería a comentarios devaluadores contra el género femenino y su rol dentro de la sociedad. En tanto, 42.6% de los tuits agresores contenía mensajes para desprestigiar el rol político de la candidata, con términos despectivos y ofensivos.
En el informe, la asociación, sin fines de lucro, advierte que los ataques responden a que alguna parte de la sociedad piensa que el lugar de la mujer está en el hogar y no en la política.
Judy Meana, vicealcaldesa electa de la ciudad de Panamá, comentó que usa Twitter desde 2010, y cuando anunció en noviembre de 2017 sus aspiraciones políticas, comenzó a recibir comentarios de perfiles falsos. “Nunca antes me había pasado, empezaron a decirme que seguro solo sería una cara bonita”, expresó.
La politóloga Claire Nevache señala que este estudio refleja que aún existen estereotipos sobre el rol de la mujer en la sociedad; que a la mujer se le juzga con base a su relación con los hombres o los beneficios que presenta para ellos.
Es por esto que es común escuchar, entre las críticas a mujeres políticas, comentarios sobre su físico o “descuidos” de sus tareas en el hogar como esposa o madre.
Nevache señala como uno de los obstáculos de la mujer en la política, la asignación de tareas en el cuidado del hogar y la reproducción desde temprana edad, lo que las deja con poco tiempo para implicarse en asuntos públicos. Además, manifiesta que de manera social se ejerce una autocensura, ya que desde pequeñas se les dice que no son aptas para los roles públicos.
