El presidente Evo Morales cuestionó ayer al representante chileno ante la Corte de La Haya, José Miguel Insulza, quien negó que su país desvíe el cauce natural del río fronterizo Lauca para perjudicar a Bolivia.
“Insulza afirma que Bolivia no hace nada con el río Lauca y no hay desvío. Se hace la burla de sí mismo y de la inteligencia del ser humano”, afirmó el gobernante en Twitter para responder las declaraciones de Insulza en Santiago.
Insulza, que representa a su país en un diferendo fronterizo con Bolivia, dijo un día antes que el Lauca, que motivó en 1962 la ruptura de relaciones diplomáticas, nace en Chile, en la región de Arica y Parinacota, y que al ingresar a Bolivia no reduce su caudal. El representante chileno afirmó, tras visitar el río fronterizo, que su país utiliza de 600 a 650 litros por segundo para nutrir el Valle de Azapa, mientras que a Bolivia ingresan unos 2 mil 500 litros por segundo.
El canciller boliviano David Choquehuanca también estuvo en el lugar a mediados de julio, y aseguró que hay un desvío de cauce. “Hemos visto cómo viene el río y cómo [los chilenos] han construido el trasvase y el dique que desvía las aguas”, aseguró. También afirmó que “cuando un boliviano ve el Lauca le hierve la sangre”, y que “uno dice: Estoy dispuesto a derramar sangre, a pelear para recuperar lo que es nuestro, para reclamar nuestro derecho”.
Las opiniones de Choquehuanca motivaron la reacción de su par chileno, Heraldo Muñoz, quien señaló que “nunca un canciller en tiempos de paz puede hablar como lo ha hecho, de derramar sangre por supuestos derechos”, y que el canciller boliviano “está yendo demasiado lejos”.
La disputa en torno al río Lauca se suma a las discrepancias por las aguas fronterizas del Silala que, según Chile, es un río internacional y de acuerdo con Bolivia, es un manantial que nace en bofedales y aguas subterráneas en su territorio y que fueron artificialmente canalizadas hacia su vecino.
Chile llevó a principios de junio a La Haya su reclamo por el Silala, mientras que Bolivia presentó en 2013 otro contra su vecino ante el mismo tribunal, para pedir que se negocie la recuperación de un acceso soberano al mar, que perdió en la guerra que los enfrentó en 1879.
Las relaciones diplomáticas se restablecieron en 1975, pero la falta de acuerdos por el tema marítimo ocasionaron su ruptura en 1978. Hoy están a nivel de cónsules.
